Uno de los estrenos de estas navidades ha sido EL HOBBIT, la primera parte de una trilogía basada en el libro homónimo de Tolkien Con motivo del estreno, Minotauro ha reeditado el libro en una edición especial muy bonita; por supuesto, también nos encontraremos ediciones de bolsillo con la portada de la película (detesto esa costumbre).
Mucho antes de que George R.R. Martin y Terry Pratcher pusieran de moda la literatura fantástica, Tolkien había creado un universo mitológico en el que conviven humanos con hobbits, enanos y elfos. Podríamos comparar el viaje de Bilbo Bolsón junto a los enanos con el de Ulises en la Odisea pues ambos héroes deben superar todo tipo de obstáculos. Quizás por eso, estos días, pensando en Bilbo y como el viaje lo transforma, me venía a
la mente un precioso poema de Kavafis: Itaka.
Otro estreno navideño ha sido LOS MISERABLES. EL MUSICAL. He leído opiniones dispares, desde quienes dicen que es “clavadita” al musical a quienes consideran que precisamente ahí estriba el error. Cuando le pregunté a mi hermana si la había visto, su respuesta fue “no me siento capaz de aguantar tres horas seguidas de música.”
Leí Los miserables con dieciocho años, más o menos. Tan solo recuerdo el principio y el final del libro y que lloré a mares. También en este caso la película ha servido para que se reedite la obra de Victor Hugo, incluso con nuevas traducciones. Su relectura forma parte de mis propósitos lectores del 2013 y podría serlo también de los vuestros.
Cambiamos la cartelera cinematográfica por la teatral. En octubre tuve ocasión de ver la adaptación que Miguel del Arco ha hecho del texto de Steinbeck, DE RATONES Y HOMBRES. Si el libro me encantó – una historia de gran dureza pero al mismo tiempo ternura y una gran maestría formal- también me gustó muchísimo la representación teatral. Me parecía muy difícil que fueran capaces de recrear el ambiente en el escenario; sin embargo, supieron resolverlo estupendamente. La gira continúa así que si tenéis la oportunidad, os recomiendo que vayáis a verla. Merece la pena.
Espero que no os importe que termine con un
Me apetece mucho más el teatro.
ResponderEliminarDe las películas ocurre que he leído las novelas y no quiero decepcionarme. Sobre todo con "Los miserables". "El hobbit" me gustó menos, pero eso es un problema mío, no del libro.
El teatro¡¡¡ Ahhh¡ el Teatro. Malos tiempos. Que mal lo están pasando toda esa familia. Los consolidados algunos escapan, pero... ¿los emergentes?, los que ponen su ilusión en representar por primera vez... Ya nos les ceden ni los teatros, ni escenarios, esos que tanto nos costaron y que ahora están vacíos, pues no hay dinero ni para los focos, ni porteros.
ResponderEliminarNos llenaron de edificios culturales, vacíos de cultura.
Perdón por esta reflexión, pero me enerva el gasto realizado en cemento vacío.
Gracias Lucía por compartir con nosotros tu positivismo. La verdadera cultura es complicada de matar.
Me encantó De ratones y hombres en su versión cinematográfica, interpretada por Gary Sinise y John Malkovich. Era bastante teatral, así que me imagino que en un escenario, con los actores frente a ti, debe ser impactante (esa escena final no la olvidaré jamás).
ResponderEliminarY Tolkien, Pratchett y George R. Martin son mis referentes (ya sé que debería nombrar a otros autores más sesudos, pero lo que daría yo por llegarles a la suela de los zapatos!).
De todos modos, incluso con la veneración que le profeso a Tolkien, El hobbit no me volvió loca, así que no tengo mucho interés en la peli. Y en Los miserables, menos aún.
Pero me parece magnífico que se haya desempolvado a Víctor Hugo y que muchos lo descubran.
En el programa de La Esfera (en la radio), este martes Inma planteaba cómo solemos escoger los libros que leeremos. Nosotros tenemos un as en la manga para no equivocarnos: leer tus críticas, Lucía.
Muchas gracias, Lucía por tus críticas. Yo también me decanto por el teatro porque el género fantástico –que no se entere Ana– no es mi fuerte y "Los Miserables" la fui a ver la semana pasada y soy de las que piensa que mejor que no hubiera sido tan clavadita, dile a tu hermana que tiene razón.
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