Así estaba, arremolinado en su negrura, quebrado en pedazos descuadrados, inconexos y sin sentido.
Vomitaba colores grisáceos que salpicaban el espacio de sus manos, unas manos abigarradas por el recuerdo, las únicas manos que se habían aferrado a su corazón durante tantos años. Era un tacto áspero y reseco, lijado y recocido, tiznado y roto.
Me lo entregó como el que da una reliquia envuelta en una urna, delicado, sin hacer movimientos bruscos, evitando que se despegara, que se hendiera de nuevo. Decía que sus manos ya no podían sostenerlo, que tanta oscuridad marchitaba su piel y que ya no lo sentía.
Tenía miedo de que se volviera a caer y se hiciera añicos diminutos imposibles de reconstruir. Cerró los ojos y me lo devolvió. Estaba extenuado, había intentado mantenerlo entero y con latidos durante mucho tiempo.
Ahora te toca a ti –me dijo –. Exprímelo, ríe, siéntelo vivo, reconócelo tuyo.
Ahora me tocaba a mi volverlo a colorear.
Texto: Inma Vinuesa
Narración: La Voz Silenciosa
Vomitaba colores grisáceos que salpicaban el espacio de sus manos, unas manos abigarradas por el recuerdo, las únicas manos que se habían aferrado a su corazón durante tantos años. Era un tacto áspero y reseco, lijado y recocido, tiznado y roto.
Me lo entregó como el que da una reliquia envuelta en una urna, delicado, sin hacer movimientos bruscos, evitando que se despegara, que se hendiera de nuevo. Decía que sus manos ya no podían sostenerlo, que tanta oscuridad marchitaba su piel y que ya no lo sentía.
Tenía miedo de que se volviera a caer y se hiciera añicos diminutos imposibles de reconstruir. Cerró los ojos y me lo devolvió. Estaba extenuado, había intentado mantenerlo entero y con latidos durante mucho tiempo.
Ahora te toca a ti –me dijo –. Exprímelo, ríe, siéntelo vivo, reconócelo tuyo.
Ahora me tocaba a mi volverlo a colorear.
Texto: Inma Vinuesa
Narración: La Voz Silenciosa
Un nuevo comienzo..
ResponderEliminarMe gustó mucho, Inma
Abrazos
Maria Estevez
Un último intento desesperado. Implorar es a veces el último recurso. Un texto que es puro sentimiento, lleno de imágenes de fuerza expresiva (tiznado y roto, lijado y recocido, pedazos descuadrados, inconexos, sin sentido,...). Ciertamente crudo, hablándose, como lo haces, de un corazón. Enhorabuena Inma. Te echábamos de menos por aquí, con ese estilo Vinuesa tan marcado. Prodígate más por favor.
ResponderEliminarQué lindo! y dulce a pesar de lo que leemos. Felicitaciones, Inma.
ResponderEliminar¡Qué compromiso: mantener vivos los latidos de un corazón extenuado y quebrado!
ResponderEliminarEsa, sin duda, es de las responsabilidades mayores que puede tener un ser humano.
Texto con la densidad que tiene el cariño y la belleza.
Gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarUn corazón tan roto, tan gris, tan delicado...
ResponderEliminarDificil y hermosa tarea la de volver a colorear un corazón. Precioso Inma.
Texto todo delicadeza, sensibilidad y corazón. Emocionante.
ResponderEliminar"(...) arremolinado en su negrura, quebrado en pedazos descuadrados, inconexos y sin sentido"... ¿se puede expresar mejor? Creo que no.
Una vez más la intensidad de los sentimientos en bellas palabras. Un texto duro. Me ha encantado.
ResponderEliminarQue responsabilidad. Asusta que te entreguen algo así de importante.
ResponderEliminarMagnífico texto.
No había podido escuchar el relato hasta hoy. Especial escucharlo en tu voz, como siempre. Gracias.
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