Preparó el bastidor dejándolo al lado del ojo de buey. De pie frente al espejo, comenzó con unos trazos conmemorando la dulzura de un rostro feliz, de unos ojos brillantes llenos de sueños. El rojo carmesí surcó el lienzo dejando un aspecto demacrado, con una lluvia de lágrimas. El negro cubrió la cuenca de sus ojos. Prefirió verse sentada en una silla, vacía.
Texto: María Estévez
Este texto es de una gran belleza, aunque en un principio no entendía la relación con el arcoiris, al final lo comprendí. Muy bonito.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Anuska...
ResponderEliminarAbrazos
Maria Estevez.
Que soledad por dios, me invadió una atroz melancolía, muy bueno, besos.
ResponderEliminarGracias Nuria..
ResponderEliminarBesos
Maria Estevez
Ciertamente nostálgico. Pura imagen. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias de veras, Miguel
ResponderEliminarSaludos cordiales
Maria Estevez
Triste, melancólico, bello.
ResponderEliminarGracias, Ana..
ResponderEliminarMaria Estevez