13 abril, 2013

El escritor y su libreta

El escritor en su esfera
Si partimos de la base de que la esencia del escritor es interpretar la vida, ya vivida, ya imaginada, ya propia, ya ajena; es más que probable que el escritor, siempre atento a esa realidad, necesite tomar notas en alguna parte, es el escritor y su libreta.
En su libreta, el escritor dejará constancia de un pensamiento fugaz, de una reflexión atrapada al vuelo antes de que sea pasto de la volubilidad. Tomará nota de vistas de la realidad que luego serán ingredientes de la receta de una narración, de un poema, o de una historia en cualquiera de sus formas posibles.

libreta, libro
La libreta es al escritor como la cámara al fotógrafo. Tomar una instantánea no se se hace de cualquier manera. Si a la dificultad de partida añadimos que las instantáneas del escritor son interpretaciones muy particulares de una realidad que puede ser incluso hasta muy normal, la tarea requiere, como mínimo, de la herramienta "libreta". Un fotógrafo sin su cámara podrá retener en su memoria lo que ha visto, pero no podrá transmitirlo a los demás como lo haría mediante una fotografía; algo similar ocurre con el escritor, éste puede retener en su memoria lo que ve, lo que piensa de lo que ve, la conclusión a la que llega después del parto de una reflexión provocada por lo que ha visto, oído, tocado, degustado o sentido, pero si no hace una instantánea del momento, en el mismo instante, difícilmente conservará el ingrediente en buen estado. Tan es así, que aunque
pueda haber tomado alguna nota al vuelo, hay ocasiones en que, superando ya la barrera de entender nuestro propio garabato, la nota no nos transmite, no conlleva la esencia de lo que la originó. Cuánto no más será así si carecemos de libreta.
Quien dice libreta dice servilleta de cafetería, ticket del supermercado o recibo de la tarjeta de crédito, en ese simpático papel térmico que se autodestruirá segundos antes de que lo vayamos a leer de nuevo, y que nos urge a trasladar la nota a otro sitio cuanto antes.
A mí, en particular, nunca me falta una libreta cerca, es más, me sobran, ningún instante es despreciable, aunque la posterior labor de criba se haga más inabarcable aún. Pero tengo una cosa muy clara, hasta las pepitas de oro más pequeñas, son de oro.

¿Real o virtual?
Aunque en tiempos en los que la tecnología se lo pone fácil a cualquiera y hay opciones dignas de tener en cuenta en la elección de una libreta digital (Evernote, por ejemplo), la libreta tradicional tiene el encanto de lo artesano, el tacto, hasta el olor si procede, y tiene además el encanto de ayudarnos a reconocernos en otras situaciones anteriores que fueron madre de otras tantas notas. Como medida de seguridad añadida, está protegida contra cortes de corriente y contra la temida muerte súbita de las baterías. ¿Cómo perder todos estos encantos de la libreta tradicional?

El escritor y su libreta
Víctor J. Sanz

20 comentarios:

  1. Larga vida a la libreta de papel, yo no voy a ningún lado sin ella, es más el día que se me olvida siento que me falta algo, ando incómoda como el que se deja las llaves o el móvil en su casa. Bonito artículo, me ha gustado mucho, :) Saludos

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  2. Hola, yo tambien soy partidaria de la libretita , lo digo en diminutivo porque yo tengo un pequeñita,ya sabeis que las mujeres en los bolsos llevamos de todo y en mi caso en ese todo incluyo dos libretitas,una para escribir ideas fugaces y otra para dibujar objetos y personas originales que me encuentro por el camino. Lo de dibujar lo hago porqe me gusta y salvando la modestia no lo hago nada mal.
    Saludos y un hurra por las libretas
    Francisco un artículo muy interesante.
    saludos

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  3. Muchas gracias "La Rueca de Aurora" por tu valoración del artículo.
    Saludos cordiales.

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  4. Muchas gracias, Dulcinea del Atlántico.

    La del dibujo es una habilidad que no domino aunque me gustaría mucho, me vendría muy bien para expresar ideas complejas de una manera más sencilla.

    Gracias por tu paticipación.

    Saludos cordiales

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  5. Me ha gustado mucho ese símil fotografía/nota. Llevas toda la razón. Incluso, aún apuntándolo, a veces me pasa que releo e intento encontrar el camino concreto que me llevó a ese pensamiento fugaz y me cuesta encontrarlo. Imagínate si no se apuntara. ¡Cuántas cosas nos perdemos en un día que darían para un buen relato! Larga vida a la libreta.

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  6. Larga vida a la libreta, Miguel Ángel, pues la libreta nos alarga la vida. No nos hace más viejos, sino de vida más intensa. Larga vida.

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  7. Para mí el papel supera, en este caso, a cualquier libreta virtual.
    Una amiga que tengo desde hace muy poquito les llama "libretas de vomitar" y en ellas anota lo que se le va ocurriendo a lo largo del día.

    Felicidades a Víctor por un gran artículo.

    Abrazotes.

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  8. Ah, que se me olvidaba, la foto que ilustra el texto me encanta.
    Felicidades.

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  9. Siento discrepar. Yo uso libreta digital. El móvil es una libreta increíble, que además me permite documentar lo anotado con fotos, vídeos, grabaciones... Las otras las usé y las tengo guardadas con cariño, pero ahora estoy enviciado. En fin, cuestión de gustos.

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  10. Coincido con Víctor, el escritor y en definitiva cualquier creador debemos llevar con nosotros esa libreta de la que hablas. Bien sea en formato papel o una de las nuevas opciones que nos aporta el mundo digital en el que estamos viviendo, como apunta Guillermo.

    Es una disciplina que me he autoimpuesto desde hace años, pero que se resiste. En ocasiones anoto cosas, bien en un papel, bien en el móvil, Ipad, en lo que sea... cuando encuentras esa idea "que cambiará el mundo".
    Pero pasa el tiempo y sigue el mundo igual. Por tres motivos:
    1.- La idea no era tan buena.
    2.- La nota se perdió.
    3.- La nota sigue a la espera de que le hagas caso.

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  11. Gracias, Towanda, gran verdad. Las digitales son, tal vez, más capaces, más organizadas, más... lo que sea, pero nunca podrán tener el encanto de ser tocadas, sentidas, recordadas..., esas cualidades están y estarán reservadas a las libretas tradicionales.

    Saludos y gracias por participar.

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  12. Hola Guillermo, gracias por participar.

    Yo también uso libretas digitales, y es innegable su utilidad, tanto como lo es el encanto que tienen las de papel, a veces las ideas que anotamos quedan asociadas al tacto del papel, o al olor del material de las tapas. Eso es irremplazable.

    Saludos.

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  13. Un artículo muy interesante y, me atrevería a decir, imprescindible.
    Es cierto que las ideas hay que cogerlas al vuelo, que es muy importante tener donde reflejarlas y dónde volver a buscarlas.
    Mi problema es que soy una escritora disidente y jamás anoto nada. Alguna vez lo intenté (hace mil años) y si no perdía la libreta es que me olvidaba de consultarla, y si encontraba la libreta y lo consultaba, la idea ya había perdido su chispa.
    Si un fogonazo de realidad o ilusión me deslumbra lo suficiente, permanece en mi memoria (aunque prefiero pensar que permanece en mi corazón y en mis tripas, porque es un sentimiento visceral lo que me impulsa a escribir) y lo escribiré tarde o temprano.
    Si no, es que no me impactó lo suficiente.
    Y si necesito escribir algo nuevo (ya sabéis, esos encargos que van surgiendo por el camino), no hay más que abrir los ojos y afilar los dedos.
    De todos modos, a pesar de mi disidencia, insisto en que el artículo me ha parecido no solo pertinente sino importante.
    Enhorabuena, Víctor. Estaré muy atenta a todas tus entradas.

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  14. Victor no he podido darte la bienvenida hasta hoy a esta esfera nuestra. Me ha encantado tu artículo. Las libretas pueden ser de muchas formas, hasta no tener forma como dice Ana cuya libreta es esa capacidad que tiene. Pero lo que si es fundamental es ver el mundo y anotarlo, descubrirlo y visionarlo, tener ideas y anotarlas. Esa es la vida del que quiere ser escritor.
    Gracias me ha encantado leerte.

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  15. Hola Ana, muchas gracias por tu participación y por tus palabras.

    Me parece muy interesante la forma en la que tomas notas y el criterio para cribar las notas simples de las que deben permanecer hasta ser escritas.

    Será un placer contar con tu visita y tus aportaciones en futuras entradas, estaré encantado.

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  16. Hola Inma, muchas gracias por vuestra acogida, me ha hecho sentirme como en casa.

    Es la capacidad del escritor como observador la que le lleva a observar lo diferente, lo que debe ser contado a otros. A veces son tantos los estímulos que recibimos que resulta imposible anotarlo todo, ni con libreta digital ni con libreta tradicional. Esa es una de las bellezas de ser escritor.

    Nos leemos.

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  17. Por auto-prescripción este fin de semana he estado absolutamente desconectado de Internet. Y creo que he acertado.
    Estoy de acuerdo con todo el planteamiento y desarrollo de la entrada.
    La libreta es una herramienta insustituible para quien aspire a escribir, pero me pasa lo mismo que a FranCo y por los mismos motivos:
    o la idea no era buena, o la idea se perdió en esa maldita servilleta del café que acabó en la lavadora o, bueno, creo que la tengo por ahí en algún bolsillo de una gabardina... Espero que no la hayan llevado a la tintorería...

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  18. Pues voy a probar. Tengo miles de libretas y nunca llevo ninguna. Se me ocurren cosas claro, pero las olvido o son en horas o en sitios intempestivos. Voy a ver si me ayuda el papel en blanco...Gracias.

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  19. Ay, la tintoreríá, Amando, ay la tintorería, ¡cuántas historias no se habrán quedado en nada!, gracias por participar.

    Saludos.

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  20. Hola Belén, me alegro haberte animado a utilizarlas, estoy seguro de que no te arrepentirás.

    Gracias por participar!

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