Cinco años. Dos palabras que no logran expresar todo el dolor que se aglutina detrás de ellas.
Cinco años en esa casa y con ese másculo humano al que ya ni reconocía su frivolidad.
Zorra, perra, vaca y cerda eran los animales que él le lanzaba al alma para obnubilársela y que olvidase quién era ella realmente. Se miraba al espejo y sólo veía hocicos y pezuñas. ¿Cómo iba a presentarse al mundo con ese aspecto de híbrida bestia?Pero un día tuvo una idea. Madrugó antes de que él despertara a esas fieras inyectándose alcohol en la sangre y se las tirara de nuevo a la autoestima. Y teniéndolas así, mansitas, le cogió la astucia a la zorra, el olfato a la perra, la eficiencia a la vaca y la resistencia a la cerda, y revistiéndose de esas virtudes se reconstruyó a sí misma, y se largó.
Texto: Carmen Medina Sarmiento
Narración: La Voz Silenciosa
Cinco años en esa casa y con ese másculo humano al que ya ni reconocía su frivolidad.
Zorra, perra, vaca y cerda eran los animales que él le lanzaba al alma para obnubilársela y que olvidase quién era ella realmente. Se miraba al espejo y sólo veía hocicos y pezuñas. ¿Cómo iba a presentarse al mundo con ese aspecto de híbrida bestia?Pero un día tuvo una idea. Madrugó antes de que él despertara a esas fieras inyectándose alcohol en la sangre y se las tirara de nuevo a la autoestima. Y teniéndolas así, mansitas, le cogió la astucia a la zorra, el olfato a la perra, la eficiencia a la vaca y la resistencia a la cerda, y revistiéndose de esas virtudes se reconstruyó a sí misma, y se largó.
Texto: Carmen Medina Sarmiento
Narración: La Voz Silenciosa
Jamás podría llevar una historia de tal modo, tan explícita. Con unas espléndidas metáforas
ResponderEliminarFelicidades
María Estévez
Muy visual, muy duro. La humillación es tan repugnante, sino más que el maltrato físico. Real, muy real.
ResponderEliminarFantástica descripción del maltrato. Enhorabuena!
ResponderEliminarBesos, Carmen.
Una bofetada de realidad animal que en este caso no pudo llegar al matadero.
ResponderEliminarHas conseguido hacer un gran homenaje a la metáfora. ¡enhorabuena!
Es que los animales (lAs animales) tienen cualidades insospechadas para ciertos cenutrios que, aunque su adjetivo suene animalesco, no tienen el privilegio de contarse entre ellos: son mucho, muchísimo más bajos.
ResponderEliminarUn fábula con letras grandes. Me ha encantado.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos! Un saludo.
ResponderEliminarCarmen Medina Sarmiento
Breve y contundente como la brava decisíón de la mujer.
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