Microrréplicas (Blog del Viernes)

Corre por ahí el bulo de que soy un fanático, que según R.A.E. es, entre otras definiciones, alguien "preocupado o entusiasmado ciegamente por algo". Quizás si, algo entusiasmado sí que estoy, pero de ciego nada, porque no hay más que leerlo para darse cuenta de que escribe de una manera diferente. Estoy hablando de Andrés Neuman. El escritor, nacido en Buenos Aires, terminó de criarse aquí, muy cerca, en Granada. Tiene el don de su juventud que contrasta con su amplia carrera literaria tanto dentro de la novela como de la poesía. Andrés tiene también un blog que ha sido muy valorado, más por la sencillez y la brevedad de sus frases, que porque nos pretenda dar clases magistrales o trasladar conocimientos profundos. Sus entradas se cuelan por los recovecos del pensamiento y abren ventanas. Lo llama, de manera acertada, "Microrréplicas", y en sus entradas breves nos plasma pequeños poemas, pensamientos o puntos de vista sobre lo cotidiano, casi siempre lo cotidiano en torno a la cultura, con su link correspondiente para llegar hasta su fuente de inspiración. Dice en su presentación, discretamente a la derecha de la pantalla pero en letras rojo sangre, que "la brevedad puede ser infinita", y cuánta razón lleva, todo es cuestión de estirarla: nunca se rompe si no queremos. Si yo fuera médico recomendaría una dosis de Microrréplicas 1 vez por semana, en ese momento en el cual nos sentamos al ordenador y nos decimos, "a ver qué tenemos hoy por aquí..." tranquilos, sin agobios, con la mente abierta. Seguramente nos llevemos algo, una idea, una opinión, una imagen, un pensamiento perdurable. Así es "Microrréplicas": un buen sorbo de Rioja y un trozo de jamón en una terraza, parándonos un momento, viendo la vida pasar. ¿Les apetece un alto en el camino este fin de semana?

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Crítica: Miguel A. Brito