Texto finalista en convocatoria |
Día 1: Líneas inconexas; círculos imperfectos, de todos los colores que se alborotan sobre mí.
Día 2: Una sonrisa infinita, partida; una cara deforme que me mira, sus pelos se mecen al viento y me hacen cosquillas cuando los toco.
Día 3: Un gatito con orejas puntiagudas con grandes bigotes; se asoma a un charco de líneas de colores; ronronea; un pájaro sin alas se posa sobre un rayo de sol.
Día 4: Una casa cuadrada con tejado triangular y chimenea; una ventana redonda en el tejado; una puerta sin picaporte; un camino que baja a la playa; árboles con margaritas que se deshojan mientras cientos de pájaros revolotean sobre su copa; respiro paz.
Día 5: Una princesa altísima y deforme que agita una varita y sonríe; concede deseos... menos uno.
Día 6: Mamá, papá, ella; cogidos de la mano; un paseo por el parque; unas palomas comiendo migas de pan; risas.
Día 7: Letras escritas que vuelan y me rodean; Sara; mamá; papá; Minu…
Día 8: Una ambulancia; unas nubes que lloran; mamá y papá sin paraguas; ya no puedo empaparme más.
Día 9: Otra vez líneas inconexas negras que te absorben hacia círculos rojos y no te dejan salir. Un cáncer que no supieron detectar a tiempo y tú dibujaste tan bien.
Día 10: Una cartulina vacía titulada “Mis primeras vacaciones”. Te dibujo viva; con tu sonrisa partida; a Minu jugando con los círculos imperfectos; mamá espera en la casita cuadrada haciendo palomitas; nosotros en la playa haciendo castillos imposibles de arena.
Texto: Enrique Moreno Martínez
Narración: La Voz Silenciosa
Enhorabuena, Enrique, por este texto diferente y sugestivo. Es difícil contemplar el mundo a través de ojos infantiles (en este caso una niña), pero lo haces con su ternura y sinceridad.
ResponderEliminarHola, Enrique.
ResponderEliminarEl mundo visto a través de los ojos de una niña es diferente al de un adulto, pero es tan bonito de leer...
Felicidades, cuentista.
Un abrazo.
¡¡Muchas felicidades !! Un relato, intenso y conmovedor.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por pasar y comentar.
ResponderEliminarLos dibujos de los niños dicen mucho, y si un día decidís iros de vacaciones en uno de ellos, descubriréis su mundo, el que un día también fue nuestro (aunque el nuestro tal vez sería de color carbón).
Un saludo