"Alzo
los ojos al cielo de la noche. Es de todo punto evidente que si me
fuese permitido rebuscar en toda esa infinidad de espacios y tiempos,
nunca volvería a encontrar en ninguna parte el rostro de ella, ni su
voz, ni su tacto. Murió. Está muerta. ¿Es que se trata de una
palabra tan difícil de comprender?"
Titulo: Una pena en observación. Autor: Clive Staples Lewis Editorial: Anagrama
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La
muerte de su esposa, Helen
Joy Davidman Gresham,
en 1960 dejó al escritor británico Clive
Staples Lewis
sumido
en un profundo dolor. C. S. Lewis,
afamado crítico y conferenciante, poeta y autor de las novelas de
fantasía agrupada bajo el título Las
siete crónicas de Narnia,
conoció a Helen
Joy Davidman
tras
el intercambio de correspondencia que se inició por la gran
admiración que ella- poeta americana- le profesaba. El
encuentro de ambos, lleno de afinidades y empatía, llevó a la
amistad y finalmente a una relación que Lewis tardó más que Helen
en identificar como amor. La enfermedad de ella, sin embargo, hizo
reaccionar al escritor al darse cuenta de lo mucho que le dolería el
perderla.
En 1956 se celebró el matrimonio religioso- ya habían realizado un
matrimonio civil pero tan solo por cuestiones de permanencia de ella y
sus hijos (Helen estaba divorciada) en Inglaterra. Tan solo cuatro
años después ella moría.
En
Una pena en observación
(A
grief observed, traducido
al español por Carmen
Martín Gaite en
esta edición de Anagrama) C.S. Lewis analiza
y reflexiona sobre los diversos estadíos y fases por la que pasan
sus sentimientos por la muerte de H.:
el
miedo al vacío y la soledad tras
su ausencia, la
desidia y la apatía que
acompaña, la
agonía del
sufrimiento, la
crisis espiritual en
la que se sumerge buscando respuesta sobre la certeza respecto a la
continuidad de la vida, la
negación y el enfado,
la
necesidad imperiosa de recordar, de dolerse, de hacer que el que ya no
está esté presente en
la ausencia..."Estábamos partiendo hacia diferentes rutas" |
Somos
testigos con él de cómo el paso del tiempo
acrecienta el vértigo de la desaparición del recuerdo de la H. real
para ser reemplazado por la imagen que él mismo crea.
Y cómo el
castillo de la fe,
que tan sólido y estable parecía, se ve sacudido por la muerte y se
ve reducido a un castillo de naipes que se desmorona. La soledad y el
sinsentido lo invade todo,
la realidad parece irreconocible sin ella, y ante él se presenta
ahora un
Dios enigmático cuya
voluntad no logra comprender. Se hace necesario el tiempo para
intentar
ir recomponiendo, reconstruyendo el desastre.
C.S.
Lewis se abre a sí mismo y a sus lectores e indaga
y profundiza en su alma, en el lento proceso de su tristeza, en sus
sentimientos y en sus creencias,
y con sus reflexiones íntimas -sentimiento e intelecto- da las
pautas al lector para poder comprender sus propias vivencias y
experiencias ante la
profunda desdicha de la pérdida, la agonía de la ausencia, el dolor
del hasta
luego.
"Éramos
uña y carne. O, si lo preferís, un solo barco. El motor de proa se
fue al garete. Y el motorcito de reserva, que soy yo, tiene que ir
traqueteando a duras penas hasta tocar puerto o, mejor dicho, hasta
que se acabe el viaje."
El
motor de reserva traqueteó apenas dos años más, hasta su
fallecimiento en 1963.
- Reseña +Carmen Forján
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