Gracias a cuantas voces y escritores se están sumando a #MicrosConfinamiento. Una iniciativa que nace desde nuestra cuenta de Twitter, aquí.
Estamos tejiendo en "una distancia muy cercana" una comunidad que vive un hecho sin precedentes y que nos unirá para siempre en un libro en el que quedarán impregnadas nuestras reflexiones y lo que estamos sintiendo confinados.
¿Te animas a escribir una historia —original, imprevista, de un solo tuit— a partir de esta imagen? Los mejores #microrrelatos formarán parte de un libro en papel al finalizar el #confinamiento.
Deja tu microrrelato en los comentarios. Máximo 280 caracteres.
(*) Cada día una imagen. Más fotos aquí: MicrosConfinamiento
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ResponderEliminar- Mamá ¿y si me pones las plumas del gallo podré salir al parque?
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ResponderEliminarLos sicotrópicos se recetaban como si fueran lechugas y tomates. La foto aún sigue
conmigo en la mesilla de noche. Jamás olvidaré el día se que salí de caza. Tenía que
cuidar de mi.
Hola las he escrito todas en wttier. Las pongo aquí también?
ResponderEliminarUn saludo a todos y un abrazo por ls genial idea.
No sabia porqué mi abuela estaba alterada.
ResponderEliminar—Hay Juan, qué disgusto más grande. La niña se a traido la gallina de la vecina. Va a pensar que la hemos robado.
—Calla mujer que te va a oir, echala al caldo y nosotros no hemos visto nada. ¡Con lo rico que está!
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ResponderEliminarPapi, Florita ha puesto un huevo justo debajo de mi cama y no quiero pisarlo. ¿crees que podríamos tener pollitos en casa así mamá no tendría que ir a la compra más? Seríamos dos familias viviendo en casa cuidándonos los unos de los otros. Nosotros les daríamos de comer y ellos nos regalarían sus pio-pio, de esa forma parecerá que estamos en el campo, ahí donde me llevabais todos los domingos.
ResponderEliminarResulta paradójico pensar que el último abrazo que Miguelito dio, antes del confinamiento, fue a una gallina que tenía nombre. Resulta paradójico pensar que tres semanas después, su madre la cocinó y dejó de dar huevos. DEP Matilda.
ResponderEliminarEsa era yo, todavía había animales pequeños, recuerdo que tuvimos un gato también. Todavía dormíamos a cubierto y el gobierno aún no había prohibido las imágenes, espero que no encuentren esta cuando registren el poblado. Todavía no eran obligatorios los uniformes-clasificatorios por género, raza y edad.
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ResponderEliminarLe viene del juego de la gallinita ciega. Ahí se decidió por su mascota. Pronto regresará su papá del trabajo. Y traerá hambre. Mucha. Me la entrega. Ahora tengo que amordazar a la gallina, atarle las patas y esconderla en el chiquero, para que él no la oiga ni la vea.
ResponderEliminarEra mi pollito, pequeño y amarillo...
ResponderEliminarVolver a esa inocencia es lo que nos hará sobrevivir a esta situación. Esa mirada limpia nos dice que todo puede ser posible, sólo hay que desearlo con el alma limpia y llena de esperanza.
ResponderEliminar“Aunque no lo creas, no tengo frío”. Vengo de un mejor sitio y me daban bien de comer. Podría correr o saltar, que es algo que me pide el cuerpo, pero,… ¡ya ves!, las garras de este ser sin pelos en el cuerpo, me tienen colgada.
ResponderEliminarAl niño le gustan los animales, así que escapará con Clotilde muy lejos. Está anocheciendo y ya la tiene en brazos. No es raro, desde pequeña la llevaba a su habitación para darle de comer allí. Luego la devolvía al gallinero, sana y salva.
ResponderEliminarJamás dejará que le hagan daño. Es su amiga y su gran confidente.
A Clotildita jamás le importó que Robertito sacara malas notas o en el cole le pusieran la zancadilla.
Ahora la salvaría de morir, aunque tuviese que llevarla muy muy lejos.
Ese niño sería un ejemplo a los chinos, que comen de todo llegando a enfermar.
Claramente les diría, - A los animales hay que cuidarlos y no maltratarlos, hermanos, porque vean, vean lo que puede pasarnos.
Más por una amiga se deja el encierro, porque perderla es peor que un Covid19.
Es así de grande, su amor.
Hola Aurora, los microrrelatos deben tener una extensión máxima de 280 caracteres. Tal vez puedas ajustarlos a las bases.
EliminarCuando su madre descubrió horrorizada el cadáver decapitado del gato en el jardín, él completaba la enésima vuelta a la casa montado en su aparatoso coche de juguete. Tardaría aún varias horas en pedirle que le curara aquel leve arañazo en el cuello.
ResponderEliminarHoy la sonrisa del viento suave besa mi cara,
ResponderEliminaranuncia la primavera, una nube pasajera deja la tierra mojada,
y el color de la vereda se tiñe de verde y plata.
Un niño mira asustado, mamá le va a regañar,
sólo quería jugar con pollitos de verdad y al corral se había escapado,
pero mamá lo ha abrazado.
La caricia, la ternura, vuelven los abrazos tiernos,
atrás quedo la amargura, la sin razón, el silencio
de almas atormentadas, de caminares inciertos,
y de sombras que vagaban presas de dolor y miedo,
sin libertad, por la cárcel de sus paredes y techos,
con las calles desoladas, pájaros cruzando el cielo,
recordándonos la vida con sus alegres gorjeos.
La tristeza y la alegría hoy caminan enlazadas,
cuesta sonreír ahora, al recordar tantos dramas,
porqué el germen silencioso con su ley depredadora
y virulencia atacaba, a pobres, a poderos y victorioso marchaba.
El dolor de las ausencias y sus sollozos ahogados,
por la pena de la gente, hay que seguir caminando,
respiro, que no halla sombra que apague este sendero,
la vida se abre du nuevo, y el dolor va apaciguando.
Con el rosa de mi tela, y el verde de la esperanza,
Hoy llega la primavera, y un devenir de alegría será la nueva alianza.
Hola María Luisa, los microrrelatos deben tener una extensión máxima de 280 caracteres. Si quires fifurar en la edición de la antologái debes ajustarte a las bases. Saludos ;))
EliminarSi hay alguna forma de que el nene se aparte de su gallina, la desconozco. Fue un regalo (una gracia) de la tía Eumenia, la del pueblo, por su cumpleaños. Aquel pollo se convirtió en el amigo inseparable que le acompaña desde el alba hasta el anochecer. ¿Alguien me puede ayudar?
ResponderEliminarLa encontré en la ventana. Sola y sin protestar.Ella tampoco lo entiende.
ResponderEliminarLa llevaré a mi cuarto y allí se lo explicaré. Le diré que hay que asomarse a la ventana y aplaudir. Que todo pasará, ,pronto.
Nos hemos hecho amigos. Ahora puedo entenderla. Antes, todo era muy raro... ahora somos hermanos, somos uno... Ella también tiene alas y tampoco puede volar... ahora somos iguales...
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ResponderEliminarCuando Bill vio que su madre había atrapado a la gallina en el patio para comérsela, aprovechó un descuido de esta (la había amarrado a una pata de la mesa de la cocina) y la rescató. Tenía razones para su actitud. La gallina era linda, prodigaba cuidados a sus pollitos y lo quería. Y claro, él a la gallina igual, tanto o más que a su hermana Eli. ¡Esta noche dormirían juntos!
ResponderEliminar¡Sí muy amigos! ,
ResponderEliminarhasta que los padres le enseñen lo sabrosa que debe ser mi carne quemada.
No obstante: El Advenimiento de los Gallos y los Pollos del Final del Final, del que habla el sacrosanto Libro de los cereales, ha poco ha comenzado.
Entonces seremos nosotros quienes se coman al bichumano, y a las otras larvas y lombrices.
Picotazo a picotazo
y poro por poro.
La mutación nos dará fuerza y volumen, velocidad y un apetito jamás saciado. Podremos comernos varios niños tiernos. ararillos y dulces como éste , cual una hilera de granos de maíz, durante esos cálidos atardeceres del otoño.
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ResponderEliminarY allí estaba. Allí estaba él, tembloroso, titubeante y algo inquieto. Si bien no había nada que apuntara a que esa mañana se diferenciaría en algo a todas las demás en el viejo granero del tío Alfred, algo en sus ojos me decía que, para él, ese día sería el principio del cambio.
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ResponderEliminarMe he perdido y no encuentro a nadie por la calle para que me lleve a mi casa. Yo sólo quería pasear a mi mascota.
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