¿Te animas a escribir una historia a partir de esta imagen?
Esta será la portada de nuestro libro de microrrelatos del confinamiento
Anímate a escribir un micorrelato—original, imprevisto, de un solo tuit— a partir de esta imagen? Los mejores #microrrelatos formarán parte de un libro en papel al finalizar el #confinamiento.
El título no podía ser otro: "Abril de 2020" Una fecha que nadie olvidará.
Estamos
tejiendo en "una distancia muy cercana" una comunidad que vive un hecho
sin precedentes y que nos unirá para siempre en un libro en el que
quedarán impregnadas nuestras reflexiones y lo que estamos sintiendo
confinados.
Deja tu microrrelato en los comentarios. Máximo 280 caracteres.
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A los nuevos Coronavirus, les tengo miedo porque fueron distintos a mí en todo, tengo muy bien aprendido lo que son capaces de hacer. Sé, conozco que se pierden con la muerte, porque son capaces de poner fin a las vidas y yo, que fallo a menudo me pregunto: ¿seré su plato favorito?, les temo mil astros porque se aprovechan todo lo que pueden para el ataque, les temo un universo porque dan pasos de “no vida”, les temo del todo y en todo, por eso les olvidaré.
ResponderEliminarun blog interesante de leer feliz el haberte descubierto
ResponderEliminarTenía la sensación que en cualquier momento vendría Poseidón con su tridente y nos salvaria a todos del terrible virus; la nieve se lo impedía. El cielo estaba cubierto por un manto gris que no dejaba ver el sol; si es que estaba. Pero me sentí fuerte y salí a comprar mi papel higienico. Me dije ¡Venga, sin miedo, pronto habrá terminado todo! Pero no imaginé que esperaba tranquilo al acecho de su próxima victima escondido en un callejón. Cuando mi hija y yo vimos su espantoso rostro, quedamos hipnotizadas por una horrible atracción.
ResponderEliminar-Siento pena por “El muchacho cabeza de Bulbo”, ¿por qué no lo invitamos a merendar?
ResponderEliminar-Ven Hansel, acerquémonos, hablemos con él.-¡Salud!
-Recibida. Me llamo Corintia; me dicen Cory, estoy acá vendiendo frascos de cationes escabechados para comprarle a mi abuelita un huevo pascual.
-Ven a tomar chocolate a casa.
-¿Puede venir mi abuelita bisexual?
-Claro, bienvenida, ¿ dónde está?
- Aquí, va siempre conmigo.
Son muy amables, un día los invitaré de vacaciones a mi planeta, nadie los tratará como bichos raros porque allí todos lo somos.
Acá , allá, erróneo es discriminar; que tenga cabeza de moco con tentáculos no significa que no albergue sentimientos.
¡ Ese horrendo desprecio en las miradas , se abate sobre mí cual descargas de rayos beta! , gimoteó El Bulbo.
-Presiento el comienzo de una hermana amistad, le tranquilizó Gretel.
Apoltronaron a Cory , aterido, de frío, en un sofá junto al fuego.
En el concierto de violín de Sotelo deslizábase un rayo de calidez celestial en el que Gretel apareció portando el chocolate humeante , las tostadas y la manteca y entonces Hansel con una maza le reventó la cabeza a “Cori Bulb” y a su abuelita, derramándose ambas seseras sobre la mesa en un revoltijo viscoso de tonalidades rojas. ¡Tenías razón, es mermelada de excelencia!, exclamó, dando una rápida dedada de espadachín hacia su boca.
¡ La que sabe sabe, hermanito!, gruño Gretel sotto voce , untando la tostada, y añadiendo algo melancólica: Cuando se es rico en el espíritu no hay economía que en el final de las cuentas pueda alterarse.
-Estornudó en el pliegue del codo secándose dos lágrimas inoportunas.-
Adiós mi amor, sin rencores, contigo será hasta nunca.
Lo vimos al pasar en la puerta de su casa. Por fin descubrimos al nuevo vecino que había provocado que nuestros padres nos pusieran mascarillas para salir y nos mandaran a comprar papel higiénico, no entendíamos para qué tanto Aquel ser extraño con cara repulsiva era el culpable. No jugaríamos con él.
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