Tardes de verano aderezadas con aromas a sal y risas de niños. La
familia se reúne en al patio de la casa albeada, inundada con olores a
café y bizcocho recién hecho. El perro se adormece en los pies de la
abuela que peina con delicadeza el pelo de su nieta más preciada. Al
fondo, en la habitación de María, suena un bolero que acompaña a las
gaviotas en su vuelo de regreso a casa. El sol se despide por el
horizonte y como una escena recreada, los besos de una madre suenan en
la mejilla de una hija que vuelve al hogar.
Llega la noche y por fin concilio el sueño entre recuerdos infantiles bañados por un mar azul.
Mañana será otro día, pero los presentes del pasado siempre permanecerán.
Texto: Gloria de la Soledad López Perera
Qué bien verte por aquí Gloria.
ResponderEliminarHace muchos años empecé a publicar mis relatos en La Esfera Cultural.
Ahora con la antologías de microrrelatos que publicó la Esfera,volví y me animé a publicar algo.
Tu relato es precioso como todo lo que escribes. Tu novela La Leva del Poder ha hecho que te catapulques definitivamente como escritora.
Un beso grande !!
Perdón , quería decir,: catapultes como escritora.
ResponderEliminarCierto. Me ha recordado un día en casa de mi abuela, el relato es tan paré ido a ese día en el que yo tenía solo 6 años. Precioso. Me gustó. Abrazos
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