Delante incertidumbre, detrás el pasado, a los lados el fango. Delante el camino, detrás lo vivido, a los lados la vereda no está trazada. Delante no se ve una meta, atrás imposible volver, a los lados te perderás. Corre, corre, no mires atrás, no pienses la opción de los lados, mira y corre al frente. Al frente, adelante, solo hay camino, solo un horizonte sin esperanza, pero estarás ocupado caminando.
Texto: Francisco Concepción Álvarez
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Texto de fuerza y nervio, garra, velocidad. Palabras contundentes, expresivas... Casi, casi una arenga... El texto me gusta, repito y aclaro. Impulsa a seguir sin pausa... Pero, pero no sé si conviene tomarse las cosas tan a la tremenda. Es verdad, delante el camino y detrás lo vivido, pero de lo vivido se puede aprovechar lo aprendido, llevamos en la espalda parte de esa experiencia. A los lados no siempre la vereda está enfangada. (Bueno en estos días por aquí sí, que llueve bastante). Y a veces resulta que el camino se bifurca. Conviene detenerse de vez en cuando. No estamos en estado de emergencia (ya ni los controladores).
ResponderEliminarMira "pa lante",pero no dejes detrás las ganas, la esperanza...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
No hace falta caminar hasta reventar, se puede ir despacio,disfrutando de nuevos caminos y mirando siempre al frente.
ResponderEliminarEstupenda recreación de la inquietud que produce el camino por hacer, incierto, pero necesario. Ya se sabe, "se hace camino al andar".
ResponderEliminarGracias a todos por sus puntos de vista.
ResponderEliminarPero la vida es camino, lo vivido no volverá. Caminamos sin quererlo a un lugar del que no sabemos nada, y no te puedes dormir o dejar de caminar. Te empujan a caminar, a correr... o las facturas no se hagan, tampoco la hipoteca, ni la línea de internet o te la cortan, el seguro del coche... y no te salgas del camino trazado, pues interesa que camines por él sin salirte. Eres un "sujeto pasivo" para hacienda, un "contribuyente" anónimo y un "paciente" para la Seguridad Social y para los políticos un voto.
Camina, camina o revienta, que cuando revientes intentaremos seguir cobrando por el ataúd, por el alquiler del cementerio y por el día de los difuntos...
Camina o revienta.
FranCo
ResponderEliminarIncluso reventado, volverás a renacer de tus cenizas para no dejar nunca de caminar, con ese fortaleza que aunque a veces decaiga, nos hace a muchos más llevadero el camino.
Un abrazo Á.
Estoy preocupado, nunca podré escribir sobre asesinatos, o sexo pecaminoso… pues mi escritura casi siempre en primera persona, se interpreta como mi estado de ánimo, o que me está aconteciendo. Aún, escribiendo en segunda persona, como es el caso de éste texto, la línea entre el autor y narrador siempre parece que no existe.
ResponderEliminarEs un halago, pues de alguna forma los textos llegan a los lectores de forma creíble, que es lo que pretende todo escritor. Pero miento, fabulo, engaño, me disfrazo de perdedor, de abatido, de salvador del mundo, de incorrecto, de hombre de principios incorruptos, de puta barata y de gigoló impotente… Literatura, pura literatura, que crea mundos y estados de ánimos para remover y despertar sentimientos. Los que sean. Buenos o malos, a favor o en contra. Escribiendo en primera, segunda o tercera persona, pero aunque literariamente me llevo muy bien con mi voz narrativa, somos diferentes personas. Por si escribo que asesino a alguien y por casualidad aparece muerto.
Un texto rápido, acelerado, como la vida que nos empuja. Tus comentarios, para nota.
ResponderEliminarBesos de norte a sur.
Un texto casi apocalíptico, desesperanzado, aunque lleno de fuerza.
ResponderEliminarAbundando en los comentarios anteriores, yo sí que creo que debes buscarte una buena coartada si aparece alguien muerto: a los ojos de los lectores, autor y personaje se confunden, todo un éxito de verosimilitud.
Me ha gustado, por cierto.
Otra cosa: ¿cómo se meten palabras en el joyero?
ResponderEliminarNo veo la forma, salvo editando la frase, y no es cuestión.
"...solo un horizonte sin esperanza, pero estarás ocupado caminando.". Triste vida la del caminante sin guía, sin brújula,... sólo zapatos de suela cada vez más gastada. Así ven el camino los tristes miopes de la vida. Excelente metáfora, Francisco. Excelente.
ResponderEliminarCaminar sin mirar a los lados... Me da que muchos jóvenes luchadores, con una niñez que no merece recodarse y en un entorno nada recomendable, puede que se sientan identificados con este narrador en primera persona.
ResponderEliminarSaludos para su autor y para todos también
Excelente narración. Mejor imposible y un tema musical más que acorde.
ResponderEliminarJosé Francisco es un verdadero profesional. Cada texto en su voz crece, crece y camina y corre... hasta que se introduce en cada uno que lo escucha.
Excelente narración. Mejor imposible y un tema musical más que acorde.
ResponderEliminarJosé Francisco es un verdadero profesional. Cada texto en su voz crece, crece y camina y corre... hasta que se introduce en cada uno que lo escucha.
En ese hacia delante(pa´lante), sin tiempo a detenerse, en ese "camina o revienta", está eso que en psicología llaman la resilencia, de la que tanto saben algunos ancianos que vivieron cosas que creemos imposibles de superar y están ahí, con sus noventa años, para contarnoslo y con semejante herencia genética no vamos a ser menos...
ResponderEliminarHacer ruido y despertar a los que duermen a tu paso si que importa, felicidades.
El viaje, el camino, el frente...símbolos todos que enfocan a la vida. Sí, mejor no pararse, seguir andando con la vista puesta en el horizonte, en esa delgada línea que nos separa del reino de la luz.Un texto con mucha fuerza.
ResponderEliminarSaludos