De niño le embelesaba el circo. Acabó siendo su pasión, su vida. Un día se enamoró de la Mujer Bala, ella le atravesó el corazón. Mudó de piel, convirtiéndose en su payaso particular, en un vulgar tragasables. Eso sólo fue el principio. Con el paso de los años ejerció de malabarista de ilusiones, deambuló como trapecista de sentimientos, de acróbata de los deseos. Toda su existencia transitando por el alambre. Probó de ilusionista de anhelos, de titiritero de esperanzas, de escapista del desamor. Aplausos pocos. Lo intentó como adivino, mago sin chistera. Motociclista de utopías, contorsionista de quimeras, zanquero de fantasías. Siempre en la red. Un día ella se marchó, sin despedirse; el tragafuegos desapareció esa misma noche. Siempre fue una mujer muy pasional. Él sigue ahí, en la pista, haciéndose el forzudo, doblando olvidos, domando problemas. Todos saben que sólo es un mentalista del abandono, un equilibrista de los recuerdos. Únicamente un saltimbanqui de la vida. El corazón zurcido, recosido, remendado. De chaval le embriagaba el circo, que comience la función. Cosas del amor.
Fantástico,me gustó mucho. Un muy buen texto. Felicitaciones.
ResponderEliminarAhora no sé donde pero ya lo conocía de otro sitio. Un circo emocional individual dentro del circo general. Y hay que salir a la pista cada día. Muy, muy para pensar.
ResponderEliminarMe vuelve a encantar esa capacidad casi poética que tienes para la metáfora y para la sinestesia, convirtiendo tus propios textos ellos mismos en prodigiosos malabares o equilibrismos que van mucho más allá, a diferencia del circo verdadero, del mero adorno, porque tus textos, como éste, penetran en los más hondos sentimientos humanos. Como en el amor en este caso, esa fuerza que cuando nos llega es capaz de convertirnos en cualquier cosa, es capaz de hacer que hagamos lo que sea con tal de estar siempre con la amada o con el amado.
ResponderEliminarTú si que eres un malabarista de las palabras, Xavier. Es un texto muy rico y poético (como dice Amando). Estupendo. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando el amor nos atrapa , no solo en el Circo sino hasta en el infierno atizando calderas de pasiones o pinchando incertidumbres.
ResponderEliminarEs un lujo leer tus textos mágicamente metafòricos, con tu gran capacidad para instalar en un mismo plano lo material y lo espiritual, lo que se rival y lo que se siente.
Felicidades y un abrazo. A.
Xavier texto para reflexionar, siempre me he preguntado porqué se ha de cambiar por la persona amada, quizás eso haga fracasar el amor, hay que querer a las personas por lo que son no por lo que uno quiere que sean.
ResponderEliminarMe ha gustado este circo tuyo.
¡Bravo! El llevar el amor y la conquista del ser amado a la arena del circo, es una genialidad. Enhorabuena
ResponderEliminarPublicar en La Esfera reporta una doble satisfacción, la primera ver tus textos publicados en tan insigne envoltorio, la SEGUNDA -perdonar, pero me veo obligado a escibirla en mayúsculas- es la calidad y la calidez de vuestros comentarios, ellos consiguen que cualquier texto cobre vida y continue su caminar. Ya me conocéis, y sabéis que muchos de mis textos se mueven en un fino alambre que transita entre el amor y la muerte. A veces morimos de amor, otras el amor nos mata.Ese circo es una metáfora de la vida, de los sentimientos. Un abrazo a todos.
ResponderEliminarEl circo de la vida, o de la amor. Me gustado. Enhorabuena.
ResponderEliminarXavier, que bien llevado tu texto a la arena del circo, tal y como apunta Miguel Ángel.
ResponderEliminar"...Probó de ilusionista de anhelos, de titiritero de esperanzas, de escapista del desamor. Aplausos pocos. Lo intentó como adivino, mago sin chistera. Motociclista de utopías, contorsionista de quimeras, zanquero de fantasías..."
Pasaste por todos sus artistas con gran acierto literario.
Felicidades
Nada más patético que un artista que falla. Este saltimbanqui de la vida lo intenta todo y todo queda malo. A mí me gusta el circo que me trae ilusión y poesía, lo importante no es la proeza, lo espectacular, lo forzudo.
ResponderEliminarMe gustó mucho todo este vocabulario de la pista aplicado a la pasión y al desamor.
Si no me equivoco no es la primera vez que terminas un texto con "cosas del amor" y me gustaría leer más textos con este final.
Catherine, gracias por el comentario. Vendrán mas textos,porque el amor es infinito, como los sueños.
ResponderEliminarDácil, te esperaba, y llegastes como la sombra de la luna en la luz de la noche. Gracias.
FranCo, te hacía en la hamaca, bañado por los rayos del Rey Sol. Un placer leer un comentario de tan insigne caballero.
Un abrazo a todos,
Xavier, tu texto es una preciosidad. Es curioso, nunca me ha gustado el circo, me produce una sensación de falsa felicidad y mucha tristeza: ahora entiendo el motivo. Ahí estaba ese hombre con el corazón zurcido y remendado, ilusionista de anhelos y escapista del desamor. Una joyita, insisto.
ResponderEliminarBesos admirados.
Excelente metáfora del amor, cuando eres capaz de hacer o ser cualquier cosa que te pueda acercar al objeto de tu deseo.
ResponderEliminarExcelente