Casi han acabado las vacaciones y todos cargamos con experiencias, paisajes, fotos, vivencias, escenarios… pero que coñazo resulta cuando vienen nuestros amigos a contarnos sus viajes y enseñarnos sus miles de fotos.
El siguiente corto es un alarde de síntesis. Décimas de segundo de cada lugar visitado, en un alarde de buen montaje cinematográfico, de encuadre y música. Solo roto por esa palmada para espantar las palomas, todo un acierto.
Rick Mereki, Tim White y Andrew Lees son quienes dirigieron, produjeron y actuaron en tres cortometrajes que llegarán a conmover a los viajeros de corazón, la trilogía se titula Move, Learn, Eat (moverse, aprender, comer). Aquí les dejo el primero de ellos. Próximamente el segundo.
incansable este chico, me da vertigo. Y a la vez tengo ganas que los amigos o mi hermano me enseñen sus fotos de manera tan sintetica.
ResponderEliminarEs una idea muy buena y un montaje magnífico.
Cuidado que me voy de viaje dentro de poco...
Ya sé a quién no le enseñaré jamás los cientos de fotos que hago de mis viajes.
ResponderEliminarLo cierto es que solo se las enseño a quienes me lo dicen, porque entiendo que lo que para uno resulta emocionante, porque es parte de lo que has vivido, para el que lo ve puede resultar muy tedioso.
Sin embargo, a mí me encanta ver fotos ajenas... y con más detenimiento que las que nos muestra el tipo este del vídeo, al que odio, desde ya, por haber estado en tantísimos sitios que yo no podré visitar...
Bueno, bromas aparte, me ha encantado el vídeo. Espero la segunda parte.
Muy currado y original.
ResponderEliminarMe ha encantado, aunque por una vez he ido dando al pause. Hay que ver la cara de felicidad del muchacho! La música genial y muy apropiada a esa velocidad.
ResponderEliminar7 besos, 7 plumas
muy bueno.
ResponderEliminarMe da envidia ver los albun de fotos bien puestos, será porque tengo pocas fotos de mi vida, y estas están sueltas en cajas. Sin embargo, me encanta ver fotos, de quien sean. Así que Ana, no olvidaré la próxima vez pedirte que me las enseñes. Todo esto para decir que me gusta el corto. Pero, ¿tiene truco?, pues el chico sale siempre repeinado. Saludos, Dácil
ResponderEliminarEstupendos los tres: los vídeos y los chicos.
ResponderEliminarAlguna vez he elaborado un vídeo con fotos y aprecio la gran dificultad que tiene éstos.
Ailema del Revés.
Vertiginoso el vídeo, tal y como pretendía el autor.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Excelente entrada, Francisco. Técnicamente muy bien hecho. Y lo sorprendente: ¡cuántas imágenes! ¡cuántos lugares!
ResponderEliminarSí, vale, todo muy bueno, técnicamente perfecto, se ha movido por cientos de lugares...
ResponderEliminar¿Qué lugares? Nos movemos muchos y... qué. ¿Nos enteramos de algo? Para no cansar a nuestros amigos lo resumimos, lo adelgazamos, lo aligeramos. Todo breve, rápido, conciso... No, no hay tiempo, hay que ver demasiadas cosas ágiles, rápidas, ligeras... ¿No habéis observado que hay lugares repetidos? Eso es lo más interesante del vídeo (repito que me parece muy bueno). El modo en que el protagonista se mueve. Ni mira el lugar por el que pasa. Sólo se trata de decir: he estado aquí y de mostrarlo.
Igual con la literatura.
Dentro de nada el cochinillo se comprará en cómodos comprimidos expendidos en un chino.
Repito la entrada y el vídeo me han encantado y, sobre todo, la crítica que lanza a este modo de vida en que nos hemos precipitado.