Soy un tipo campechano, de esos que andan con las puntas de los pies separadas, dejando caer el peso del cuerpo en cada paso, lento y rítmico.
Soy de los que se calla cuando habla y de los que habla callado. Mis pensamientos mueren si los intento escuchar y mis manos transmiten lo que mi boca no puede.
Soy de esos que no enseñan las cicatrices del pecho porque no me quito la camisa. Y por las noches rumio los acontecimientos del día para saber donde erré y no cometer los mismos fallos.
Soy de los que te echan de menos aunque nunca estuvieras, de los que le circula la sangre
sin producir ruido.
De los que no lanzarían un beso en público, aunque tus labios sean lo único evidente.
Soy consciente de mis defectos, sospechando que nunca los descubrirás.
Convierto la felicidad en momentos, porque el día tiene veinticuatro horas y no puedo estar siempre despierto. Y por mucho que haya dormido, no consigo abrir los ojos cuando pasas delante de mí.
Soy de los que la delgadez se convirtió en gordura por saborear la vida y de los que canjeé la belleza de la juventud por sabia elegancia.
Existo, pero no consigo verme en tus ojos.
Uno de esos tipos que merecería la pena conocer para aprender unas cuantas cosas.
ResponderEliminarEs un retrato estupendo, entre lo psicológico y lo poético, pero sobre todo muy sugestivo.
Gracias Amando, no se te escapa una.
ResponderEliminarUn relato muy bueno, sin fisuras y con una frase final redonda.
ResponderEliminarAdemás me ha gustado que no pongas calificativo en el título, que cada cual ponga el suyo después de leer el texto completo.
Ailema del Revés.
Un retrato más allá de lo físico, Inma. Un retrato de "un tipo" que se mezcla con el entorno hasta casi no poder ser visto. Un tipo, en definitiva. Excelente texto, desde el título (ciertamente muy acertado) hasta el final (genialidad concluyente).
ResponderEliminarTe engancha desde la primera línea, muy sugerente. Dónde pones :"te echan de menos aunque no estuvieras"...¿No sería "aunque no estés" o "te echaría de menos aunque no estuvieras"?.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Gracias Ailema, Miguel Angel y Yolanda. Te aclaro Yolanda que en esa frase precisamente juego con el tiempo del verbo con intención, piensa que es: aunque nunca estuvieras. Es más hondo que un tiempo verbal, echa de menos en el presente algo que no ha tenido ni en el pasado.
ResponderEliminarPero te agradezco tu sugerencia.
Qué delicadeza de texto, de historia!!!
ResponderEliminarMe ha emocionado, Inma.
Un abrazo grande
Las contradicciones y paradojas que empleas para ir omo de puntillas describiendo al tipo, crean ese encantamiento de lo que es sin ser y vuela tocando tierra.
ResponderEliminarUn abrazo Á.
Me despisté de preguntar: la ilustración es tuya, Inma?
ResponderEliminarMe encanta.
Gracias Angeles y Ana. La ilustración no es mía, pero también me gustó mucho y es perfecta para el texto.
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