31 octubre, 2011

El traductor que quería traducir


Había una vez un traductor que quería traducir. Se juntaba con un actor deseoso de actuar, un cantante ávido por cantar y un profesor ansioso por profesar. Formaban un grupo de deprimidos de la vida bastante deprimente de ver. Yo no quería verlos ni en pintura.

Un día llegó un pintor que anhelaba pintar y los pintó a los cuatro. El éxito del cuadro fue inmediato e internacional. El pintor contaba en las entrevistas que había intentado pintar una reunión de seres que sólo pretenden ser lo que ya son. Algún avezado periodista con ínfulas de sabueso le preguntó si no serían más bien unos seres que son antes de ser, a lo que el pintor se encendió su pipa, guardó silencio y no volvió a pintar nunca más.

Yo, por aquel entonces, sólo tenía una ambición: vivir. Pero no fue posible. Me moría por vivir y morí sin haber vivido. Ahora soy un muerto viviente solitario. Nunca tengo hambre y sólo me apetece salir para hablar con mi enterrador, un tipo viejísimo que, según me cuenta, de pronto fue enterrador sin haber sabido nunca que quería serlo. Él sólo sabía que quería ser padre, así que se casó, qué remedio. Su mujer le dio 7 hijos. A día de hoy los ha enterrado a los 8, así que, me asegura, puede considerarse un hombre realizado.

Texto: Rafael Blanco Vázquez
Narración: La Voz Silenciosa

15 comentarios:

  1. ¡¡¡Ostras!!!
    Si que es difícil vivir, sí.

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  2. Irónico, envolvente en espiral, "in crescendo"...
    Meditación sobre el quiero y no puedo, sátira de los deseos que se esfuman, humor negro que desemboca en la muerte como destino común e irreversible.
    Me ha gustado.

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  3. Dios siempre da pañuelo a quien no sabe limpiarse los mocos.

    Saludos.

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  4. Que asunto más enrevesado y divertido: traducir, descifrar, mudar, morir… Me ha gustado el texto.

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  5. Muy propio para el día que es hoy...
    Interesante trama, mejor final.
    Besicos.

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  6. Nadie tiene lo que quiere. Así es la vida.
    Claro que algunos se encuentran con su destino y lo aceptan. Tal vez en eso radique la felicidad (o la realización).
    Interesante forma de plantear tus tesis, Rafael. Me ha gustado mucho.

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  7. Genial, me ha encantado, me ha gustado tu manera de plantear las situaciones y esa espiral en la que se mueve el texto, el modo en que lo enlazas todo: magistral. Muy, muy bueno.

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  8. No me queda sino levantar mi vaso de whisky y brindar por todos ustedes, que me han alegrado el día.

    Saludos nocturnos
    Rafael

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  9. Un abrazo a todos de una escritora que ahora no escribe, de una lectora que vuelve a leer y de una curranta que se ha visto envuelta en un trabajo que no le deja ver a pesar de la luz que la rodea ( ¿Cegadora?).

    Gracias por estos textos tan ricos y sugerentes que hacen redescubrir las letras . Á.

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  10. la dificultad de vivir. pobre convertido en muerto viviente.

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  11. Me ha gustado. Opino también que es un crescendo. Enhorabuena Rafael.

    Y Ángeles, no olvides la luz que hay en ti.

    Saludos,
    Dácil

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  12. "Había una vez un traductor que quería traducir", desde la primera frase me llevaste hasta el final.
    Un texto enrevesado con lenguaje sencillo. Un texto que habla de muchas cosas sin parecerlo.
    Feliciades.

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  13. Madredelamorhermoso. Este relato me deja tocado. Mi cerebro, escaso, ha quedado retorcido como una sábana cuando la escurrimos.

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  14. Un texto ingenioso y divertido, cuyos personajes, como en la Colmena, se van sucediendo y dejando de ser lo que son. Me ha encantado. Enhorabuena, Rafael.

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  15. Darío Bringas dice: qué cuento más flipante. Me cuesta entenderlo porque soy pequeño pero mi madre me ha explicado que trata de la vida, de los que no pueden hacer lo que quieren y de los que no se conforman con lo que tienen. Escribes muy bien, Rafael.

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