Todo sucedió en los carnavales de 1763. El marqués de las Quemadas, amparado en el secreto de la máscara, recorría las callejas de El Puerto de Santa María. Le seguía una cohorte de esclavos armados con bastones que lo protegían de posibles soplagaitas. El marqués sentía que los vapores del ron estaban trastocando su cuerpo y tenía miedo de caer rodando por los suelos. Fue entonces, frente a la iglesia prioral, cuando la descubrió. Ella estaba allí, medio desnuda, disfrazada de negra de las colonias y luciendo en su cintura un taparrabos trenzado con pieles de perro. Una argolla de hierro aprisionaba su cuello y tras de sí arrastraba una legión de tipos que baboseaban al contemplar sus bailes obscenos. "Mandinga –gritó el marqués al más avispado de sus esclavos-, trótame a esa fiera…". Y mientras le hablaba, puso en sus manos, junto a la certera orden de acoso, un puñado de monedas de plata...
Fue en ese momento cuando la señorita C., sobrecogida, despertó del sueño.Texto: Ildefonso Robledo Casanova
Que lástima de final: "Fue en ese momento cuando la señorita C., sobrecogida, despertó del sueño".
ResponderEliminarTras recrear un escenario, unos personajes con fuerza, una época... utilizar el recurso de despertar de un sueño es un pecado literario. ¿Cuántas veces habremos leído un final similar? ¿Y cuantos nos quedan?
Estimado Ildefonso, quitando el último párrafo mejoraría el texto. Simplemente dejando un final abierto. Por lo menos bajo mi falsa modestia.
Un abrazo.
Te agradezco tus palabras, amigo FranCo...
ResponderEliminarEl cuento, lo que sucede realmente, es que nació como un cuento con final abierto al que en un segundo momento decidí incorporar a la señorita C., que es un personaje que viene siendo habitual en algunos de mis Cuentos Minimos...
Un abrazo, amigo
Estoy con FranCo. La parte "real" está muy bien.
ResponderEliminarSaludos
Ildefonso, gracias por asumir la crítica tan elegantemente.
ResponderEliminarTe puedo asegurar que cuando lo hacemos en La Esfera es solo con el objetivo de poder mejorar. Y en ocasiones publicamos textos con ese fin. Textos que tienen muy buena base y que con una simple pincelada cambian.