Galileo frente al Tribunal de la Inquisición (cuadro de Joseph-Nicolas Robert-Fleury, siglo XIX) |
-Con la venia del tribunal... es verdad que es usted el padre Cirilo.
-Lo soy.
-Es verdad que Samuel García Sánchez era monaguillo a su servicio desde hacía un par de años
-Sí, lo era.
-Es verdad que el día de los hechos lo envió a comprar sardinas y una botella de vino
-Sí, así es.
-No es también verdad que se enfadó por la negativa a su requerimiento.
-Sí y reconozco que mi enojo fue enorme. Tanto, que castigué al muchacho a su habitación. ¡Este pequeño insolente! ¡Mas que me parta un rayo si fui yo quién le arrojó desde lo alto del campanario!
Y sacando sus paraguas, los presentes cubrieron sus cabezas ante la copiosa tormenta que había empezado a descargar en la sala.
Texto: David Moreno Sanz
Narración: La Voz Silenciosa
Jajaja... Buen texto.
ResponderEliminarComo aquello de ¡A Dios pongo por testigo...! En fin, mejor no mentemos a la divinidad, no vaya a ser que...
También somos cupables de todos los cargos: de difundir la literatura, de hacer un buen uso de la palabra. Como en el extraordinario texto, trabajamos por lo que es merecedor de nuestro esfuerzo.
ResponderEliminarFelicidades, al margen de esto, al autor del texto por su buen trabajo.
Un saludo a todos.
Más vale no jurar, por si acaso.
ResponderEliminarMe ha resultado muy divertido.
Narración de oscar.
ResponderEliminarTambién de Goya, p´tirar p´casa.
Tarde pero aún llego para agradecer el audio y vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin