Lloró como una descosida, lloró hasta ponerse lila, de nada le sirvió, alguien lo había decidido por ella; nacía.
Lloró liberada, lloró de alegría, por fin había terminado de pagar la hipoteca de su cuerpo; moría.
Texto: Marta Pantiga
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Magnífica composición.
ResponderEliminarUn abrazo
El inicio y el fin. Lo importante como siempre el camino.
ResponderEliminarIntenso. El círculo se cierra.
ResponderEliminarMuy bueno.
Gracias por leer y dar vuestra opinión.
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