Se asomó, en un principio no vio nada, luego, transcurrido un tiempo, sintió un escalofrió, era el frío, antes que ver el amanecer lo sintió en la piel. Fue como un acuerdo tácito, se conocieron al tiempo los tres, el frío, el silencio y ella… esperando lo mismo.
Quietos, cada uno en su esquina del mundo, notaron la pausada venida del día, sintiéndose así completos.
Sonrió, la veía, ya estaba allí con ella, era la luz.
Texto: Marta Pantiga
Un cálido encuentro por fin...
ResponderEliminarUn abrazo
Por fin se hizo la luz.
ResponderEliminarA veces es todo lo que anhelamos. Y cuando llega... magnífico!
ResponderEliminarAsí será, estoy seguro. Gracias por este texto.
ResponderEliminarTan breve como hermoso.
ResponderEliminarBesos, Marta.