Acabo de terminar de leer la novela “El Pintor Asesino”, de Jesús Castellano. Si ojeando en una librería me topara con dicho libro, ni caso le hubiera prestado, pero cayó en mis manos por cosas del azar: El autor se lo regaló a un amigo y éste me lo prestó a mí. Evidentemente no conocía al autor, el título no es para tirar voladores en cuanto a sugerente ó creativo y la portada… ustedes juzgarán por la foto. El caso es que ojeo el libro y entre líneas me percato de un lenguaje cortante, sangrante, directo y lo que me engancha es el escenario donde se desarrolla la novela, en Tenerife. El autor fuera de intentar ser literario o idealizar escenarios, nombra por su verdadero nombre a bares, personajes, pueblos y trayectos en guagua o en coche y los describe como son, sin aguinaldos ni adornos. Escenarios y bares de esos en la que la mayoría de mujeres y muchos hombres no entrarían a tomarse una café y la novela me atrapa, ya que en alguno de esos bares me he tomado una cerveza y la conversación de los tertulianos presentes me ha inspirado algún escrito, disparado el pensamiento o replantearme alguna idea. Decir que he dudado si el libro es autobiográfico, excepto los asesinatos (obvio), lo que dice mucho del libro, pues está escrito desde la médula y en muchos párrafos se transcribe el lenguaje coloquial de los personajes , lo cual no lo hace chabacano, sino que crea una atmósfera creíble y unos personajes (perdedores casi todos) que sin apenas descripción de los mismos, los llegas a conocer. Resumiendo, que si quieres disfrutar con una novela cortita, reconocer o conocer por primera vez y sin guías turísticas falsas, personajes reales y rutas alternativas de Tenerife, ésta es una opción de lectura y un estilo narrativo por lo menos a comentar.
Habrá que leerlo
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