Texto: Marcos Alonso
29 mayo, 2009
Extracto III: Andamana, La Reina mala
A medida que se acercaba a la vieja choza, se oían los alaridos de grandes perros que fueron a su encuentro. Andamana no se acobardó al verse rodeada por los grandes bardinos, que ladraban histéricamente, exhalando un vaho cálido en forma de humo. Un fuerte silbido los contuvo y retrocedieron con disciplina sin dejar de mirar amenazantes a la intrusa. El joven y fornido pastor se erguía delante de la puerta de la choza, expectante, callado e inmóvil. Andamana prosiguió hasta él sin perder el paso. Envuelta en su larga capa negra y ocultada tras el antifaz, escondía cualquier rasgo humano, dándole un aspecto realmente fantasmal. Al verlo, reconoció al hombre del que le había hablado la pitonisa. Con su acostumbrada prepotencia solo cruzó una frase con el joven –“Quiero que seas mío” y estiró la mano para cogerlo como si fuera un trapo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La historia va tomando forma.
ResponderEliminarEstupendo.
Espero la siguiente entrega.
Un párrafo que contiene todo un mundo. Toda una historia. No hace falta extenderse para crear ambiente, posicionar a los personajes, el escenario y para despertar interés.
ResponderEliminar