04 junio, 2009

"Despertar" Fragmento

Cuando me di cuenta que tenía los ojos abiertos, aún tardé en comprender que miraba. El azul borroso parecía un cielo extraño, lleno de zonas oscuras, como si fueran humedades. No había estrellas ni nubarrones y, pronto, empecé a observar como la luz, cada vez más intensa, descubría aquellas esquinas. No me resultaba un ambiente familiar, o al menos no lo recordaba con claridad. Mis pensamientos eran torpes, como mi seca boca entreabierta; las ideas se sucedían lentamente como gotas que caen del deshielo. Mis ojos inauguraron los primeros movimientos, para hacer descender la mirada, siguiendo la esquina de aquella pared hasta descubrirlo. Allí estaba, inspeccionándome, con esos ojos profundos, casi desafiantes, e inmóvil. Su gorra estrellada y su barba revolucionaria me recordó su acento argentino y casi podía olfatear el humo de su cohiba. Su presencia abarcaba toda la pared desnuda, que parecía ser sostenida por un viejo ropero, que ocupaba la pared vecina. La penumbra se resistía a luz, que entraba a hurtadillas, entre las cortinas ondeantes de aquel ventanal. Como la marea en pleamar, sus continuos vaivenes anunciaban una pronta victoria.

Texto: Marcos Alonso

2 comentarios:

  1. He despertado y no he distinguido a Andmana en la penumbra.
    Pero sé que está ahí, acechando, esperando su oportunidad.
    Dormd con un ojo abierto...

    ResponderEliminar
  2. Andamana anda dormina en otros folios, este corresponde a un relato con mucha intriga.

    Marcos Alonso

    ResponderEliminar

Gracias por contribuir con tus comentarios y tu punto de vista.

Los componentes de La Esfera te saludan y esperan verte a menudo por aquí.

Ésta es tu casa.