Son cachorros llenos de agua, de manos y pies recortados, y de pestañas demasiado largas para unos ojos dispuestos siempre a llorar o abrirse de par en par, ante cualquier zig-zag de colores, o de pompas de jabón flotantes en el aire. Es un cachorro que planea por las esquinas con sus brazos de agua, y que va sorteando o tropezando con los ángulos puntiagudos de los adultos más irascibles. Son las oquedades del espacio entorno al planeta que llenas de agua se mueven a su voluntad dejando rastros imperfectos. Son cachorros que se van evaporando gota a gota por cada amanecer y tienen prisa, mucha prisa, por convertirse en adultos.
Texto: Dácil Martín
Quiero ese cachorro!!
ResponderEliminarOjalá tarde mucho en evaporarse...