18 septiembre, 2009

Besos asépticos

Los poemas, los putos poemas que te hicieron acercarte.

Tápame con las marcas de amor
que dejé en tu cuerpo.
Vistámonos con ellas y salgamos
a la calle para lucirlas.
Antes de que se borren
o no sepa distinguir de entre todas,
cuáles fueron mías.

Los restantes trescientos versos que nos separaron despidiéndonos en alcohol y besos.
Los besos sucios.
¿Quién quiere besos asépticos? Tú no. Ni yo.

6 comentarios:

  1. Yo tampoco los quiero.

    Saludos,

    Anabel, la Cuentista

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  2. Lo atrayente de la novedad, de lo singular. El rechazo de la monotonía de las repeticiones, de versos en serie...

    Alcohol y a por otra relación que alimente la poesía, o a cultivar el desamor para romper y que salga el poeta llorón y lastimero que todos llevamos dentro.

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  3. Ni besos asépticos ni poetas llorones.
    Una buena ración de pasión y desenfoque, algo que me remueva el alma y las tripas. Eso quiero yo.
    Al final, todos nos desnudamos.

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  4. No me convence.
    De hecho, lo eliminé de mi página.
    Espero más sensatez y calidad aquí, mía.
    Gracias.

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  5. Púlelo.
    La idea es buena y lo que sugiere también.
    Bueno, es una sugerencia

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  6. Buen poema y genial idea, la de vestirse con las marcas de amor, aunque no sean las tuyas.

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