El artista ausente se aburrió de esperar; de tanto exabrupto.
De que su sitio sólo fuera aquel obedecido.
De la ruina y la derrumbe.
Y dejó su capa por si la derrumbe llegara a ser su compañía más añorada.
El artista ausente sabe que su desobediencia le obliga.
A cubrirla con su abrigo y cargar con ella.
El fin de sus días.
El comienzo de una eternidad. Palpable.
Exquisita.
De que su sitio sólo fuera aquel obedecido.
De la ruina y la derrumbe.
Y dejó su capa por si la derrumbe llegara a ser su compañía más añorada.
El artista ausente sabe que su desobediencia le obliga.
A cubrirla con su abrigo y cargar con ella.
El fin de sus días.
El comienzo de una eternidad. Palpable.
Exquisita.
Pensamientos de un artista a una mujer ausente.
Algodón o seda
ResponderEliminarNeuroscoperix, ¿Las fotos que ilustran tus textos están tomadas en expreso para ellos, o realizas las tofos y luego las literaturas?
ResponderEliminarFranCo. No lo sé.
ResponderEliminarSuelo hacer fotos absurdas y me inspiran algunos textos.
En este caso la ropa abandonada sí creó al hombre ausente.
Pero nada tiene propósito ni concierto.
Gracias por tu comentario.