Cuando mi vida colapse, si puedo estar consciente de tal hecho, quiero reír hasta perder los dientes; quiero escupir a la Muerte desde el lecho.
Cuando mi vida colapse, en el último segundo de conciencia, voy a tragarme todo llanto terreno y Ella no sabrá de mi tristeza.
Cuando mi vida colapse, si aún puedo articular un movimiento, voy a corcovear hasta descarnarme; voy a luchar hasta último momento.
Cuando mi vida colapse, cuando a mí cajón tape la tierra, sorberé el llanto de quien quede, y cada quantum pujará bajo la hierba.
Texto: Norma B. Cabrera
Pues llegado ese instante, a mí más que escupir, me gustaría abrazarla.
ResponderEliminarCuando no puedes con tu enemigo, es mejor aliarse a él.
Pero sí me gustaría como dices que, cuando me cubra la tierra, las lágrimas de quienes me acompañen también mi rieguen y hagan crecer la hierba.
El texto tiene fuerza y hace pensar. Me ha gustado.
El deseo de vivir sin rendirse, como en las batallas; el sacrificio por los demás, para evitar el sufrimiento ajeno.
ResponderEliminarUn texto (¿poema?)sugerente y con fuerza que nos arrastra y nos hace pensar, que nos convence y anima.
Enorme canto a la vida, enorme.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho