Le habían hablado de ella una y mil veces. Ahora la tenía allí, frente a frente. No dejaba de analizar sus movimientos, cómo se deslizaba de un lado a otro, grácil, ágil, etérea, como una sublime bailarina, embistiendo a diestro y siniestro contra todos. Era su turno, el sonido del fracaso se acercaba sigiloso y entró en sus orejas como si se tratase de una tromba desbocada. Se sentía observado, en el punto de mira. No perdía de vista su mirada. Sintió miedo, pánico; la dama había sufrido una terrible metamorfosis y se había transformado en un feroz caníbal. Sucumbió. Una única indolencia, dos palabras: “jaque mate”.
Texto: Xavier Blanco
Texto: Xavier Blanco
Oh Mantis Religiosa! Ella al menos conoce su sino pero la dama...
ResponderEliminarQue de la mansa me libre Dios , ya me libro yo de la brava.
Un abrazo. A.
Me ha encantado ese micro con la dama paseando por el tablero a sus anchas hasta el jaque mate inevitable. Muy bueno, Xavier.
ResponderEliminarEn la vida real como en el ajedrez, nunca hay que fiarse de una dama atrayente: puedes sucumbir a su poder.
ResponderEliminarMuy bueno!
Qué tendrá de misterioso el ajedrez que tantos y tantos años es motivo de estudio... Hay muchos símiles con la vida real. De hecho, muchas situaciones en la vida, son en sí, largas partidas de ajedrez. Muy buen micro. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBuen micro, Xavier. Creo que tienes razón, hasta los reyes mueren... O todos somos rey en la partida de ajedrez que es la vida.
ResponderEliminarEstamos con la muerte siempre cerca, y el día en que nos hacemos rey es para escuchar sólo dos palabras: las definitivas.
Gracias a tod@s por los comentarios.
ResponderEliminarComo dice Ana, la vida es como una partida de ajedrez, llena de damas misteriosas, de algún rey, de grandes escuderos y por suerte, de muchos peones, de gente sencilla que te acompaña.
Lo mejor de todo es que en la vida, a diferencia del ajedrez,el jaque mate no es el final, te levantas y sigues, hasta el próximo envite.
Saludos,
Xavier