Desconozco el lado amable de las cosas. Mi alegría es imperfecta. Tengo un ángel que no me guarda y una máscara que perdura. Ya no quedan exploradores más allá de las noches incendiadas.
Me gusta cómo suena, me gusta el regusto amargo. Aunque no entiendo el significado de la última frase, como me recuerda al parlamento final de Roy Batty, me atrae.
Bello microrrelato poético. Me ha gustado mucho. Un saludo.
ResponderEliminar¡Vaya manera más redonda de presentar el sentimiento guardado!. ¡Y empleando tan pocas palabras!. Muy buen micro Isabel.
ResponderEliminarPura poesía, puro dolor.
ResponderEliminarCrudeza total, pero hermoso texto. Muy bueno, Isabel.
ResponderEliminarUn hermoso texto o cuando un micro se vuelve poesía.
ResponderEliminarBuen micro, Isabel, desesperanzado el que ya no piensa más allá de noches imperfectas, aunque incendiadas.
ResponderEliminarvaya con algunos sentimientos me siento identificada ummmmmm fantástico!
ResponderEliminarQué triste es, y al mismo tiempo qué bello.
ResponderEliminarFantástico.
ResponderEliminarAnabel
Bella tristeza pero no por ello menos penosa.
ResponderEliminarSi al menos el poema sirviera para conjurarla...
Me gusta cómo suena, me gusta el regusto amargo.
ResponderEliminarAunque no entiendo el significado de la última frase, como me recuerda al parlamento final de Roy Batty, me atrae.