Mira que lo había dicho, que las torres son mujeres ruborizadas cuando al atardecer el Sol las roza con oro. Que el alma de Doña Urraca vuela entre grajos negros que no se atreven a sobrevolar a la Vera Cruz. Que los Templarios duermen eternamente en esta tierra antigua a la sombra de los olmos y custodiados por las vírgenes morenas. Que en el monasterio del Parral, los últimos monjes despidieron a su hijo predilecto cantando desconsolados a los pie de la fortaleza, a los pies de la ciudad de la victoria.
Entre Eresmas y Clamores se elevó una vez un castro celta. En el atrio de la iglesia de San Miguel que miraba a la Sierra de Guadarrama, un frío trece de diciembre, Isabel se proclamó reina. Y San Juan de la Cruz y Santa Teresa murieron sin morir...
Campos de Castilla de Antonio Machado, el pinar verde sobre las tumbas hebreas, agua dirigida por romanos, y un bello gitano, un Cristo, el de la Última Palabra, suspendido en la cruz.
Siguen paseando trashumantes los pastores por los puentes, y los poetas y los escultores, en esta ciudad victoriosa, Segovia.
Ay, Dácil, qué hermosura de texto, qué forma tan precisa y preciosa de entender esta tierra que has pisado con nosotros estos días, qué buena presentación para que un viajerto (que es aún más que un turista) se sienta atraído por este pedazo de Meseta y se venga a comprar el rubor de las torres, el vuelo de las urracas y los versos eternos de los poetas que mueren porque no mueren y buscan la esencia de las cosas huyendo de ecos y oropeles...
ResponderEliminarHe dejado un comentario y se ha debido perder en el ciberespacio.
ResponderEliminarDecía Dácil, que el texto es precioso y que dejaba traslucir los días que habéis pasado en Segovia...Con el escribidor como anfitrión todo es posible.
Un abrazo.
¿Dónde estaba todo esto que describes, Dácil, que yo no vi cuando visité Segovia? ¿Dónde? ¿Por qué no lo vi? Porque fui un ciego en una tierra llena de luz. Fui turista, no viajerto. Precioso Dácil. Gracias por traernos este trozo de Segovia. Gracias Amando por enseñar la luz a estos peregrinos.
ResponderEliminarMiguel Ángel, ya sabes entonces el camino, y tú y tu familia, siempre que queráis no seréis turistas en estas calles.
ResponderEliminarDácil querida, ¡Qué capacidad de síntesis y qué hermosura de texto! Apalbullante, me dejas sin palabras, pero llena de imágenes. Te descubri hace poco la vena poética y la traes de nuevo.
ResponderEliminarBesos admirados con el rubor de la esbelta dorada aún en la retina.
Es cierto, Miguel Angel y Flamenco, es Amando el causante de convertirse uno en viajero y no en turista.
ResponderEliminarComo supondrán el texto de Segovia está dedicado especialmente a Amando, bastante que se lo ganó, no tuvo casi aliento, el pobre, para descansar de mis preguntas y comentarios. Pero les eché mucho de menos esféricos-plumigos. Ha sido un viaje inolvidable, principalmente,por el encuentro con Isolda, Ángeles, María Sangüesa, y conocer a Marián. Y por eso también, "Segovia" ha sido escrito pensando en ustedes.
Gracias, besos,
Dácil
Muchas gracias Amando. No dudes que lo haré.
ResponderEliminarSolo una vez he tenido oportunidad de visitar esta tierra, y, como a ti, me dejó huella. Aunque no hubiese podido contarlo como tú.
ResponderEliminarUn abrazo.
He vuelto a pasear por Segovia al leer este texto aunque creo que he ido más allá porque nos transportas a otras épocas y nos haces sentir las almas de los que vivieron en ella.
ResponderEliminarTodo cuanto hemos vivido estos días está frente a nuestros sentidos.
Es una maravillosa recreación la que has hecho.
Un abrazo muy grande, Dácil
Magnífico viaje por esa Segovia que nos enseña Amando con sus escritos, y que ahora lo ha hecho con ustedes en vivo y en directo. Es precioso el texto.
ResponderEliminarEs un texto precioso, Dácil, en el que se dan la mano el paisaje, la historia y la poesía. Qué hermosura. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarPrecioso Dacil. Me lo apropio unpoquito para dar yo también las gracias a Amando por el recorrido que a mí, Jesús y Pruden, nos hizo en Semana Santa.
ResponderEliminarEso es viajar y para ello lo mejor : tener amigos generosos.
Nos vemos en Tenerife????
Un abrazo Á.
Gracias a todos, y vayan preparando la visita a Tenerife, noveleros.
ResponderEliminarBesos
Es una preciosidad este texto que me hace acordar de la historia y de los sitios de una ciudad querida. No hay mejor guía que Amando.
ResponderEliminarGracias Dácil.