14 noviembre, 2011

El silencio ante la obra maestra

El silencio es un fenómeno curioso, amén de interesante. Son muchas las situaciones en las que el silencio se impone, colmando de significado la escena en la que aparece. Sin embargo, su aparición no tiene siempre el mismo sentido.Pero hoy nos centraremos especialmente en el silencio que "surge" ante la presencia de la obra de arte. ¿Qué hay de especial en una obra maestra que hace que el espectador quede en silencio?En primer lugar, hemos de advertir que el mundo del arte comparte algunas fronteras con el mundo de la mística y la mística como es bien sabido por todos, es uno de los grandes reinos del silencio.Por otro lado, hemos de decir que una obra de arte adquiere
la categoría de obra maestra cuando su contenido esencial está colmado de misterio, de un "algo" indescifrable y mágico que otorga un excelso sentido. Por ello ante su presencia, el espectador queda apabullado sin saber qué decir... o en el mejor de los casos, intentando encontrar qué decir.Este modo existencial de aparición del silencio viene motivado por el exceso de significado presente. Ante esta circunstancia el hombre no sabe qué decir, ya que el primer momento de esta situación desborda todas sus posibilidades de expresión. ¿Qué podemos decir en el primer instante de nuestra contemplación de La Gioconda, en el primer segundo tras la lectura de un poema de Rilke o en el primer enmudecer del universo tras el callar de una sinfonía de Beethoven?... no hace falta responder...Ciertos aspectos de este modo vivencial parecen señalar que la obra maestra impone silencio, debido a la gran cantidad de significado que contiene en su mostrar. Es tanto el significado contenido, que incluso el mismo llega a escaparse por entre los silencios inmaculados que componen a la obra...

12 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Ante una obra maestra enmudecemos, ante algo realmente precioso, enmudecemos.
    Cualquier grata sorpresa es capaz de quitarnos las palabras; por respeto, por sorpresa, o por lo que nos descuadra o desubica.
    Buen post, me quedaré a seguirte.
    Saludos.

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  2. Existe un recurso que casi todos hemos empleado "me quedé mudo"

    Ante la belleza, ante el arte, nuestras palabras y nuestro ruido nada pueden hacer. No aportan nada.
    Es inútil querer explicar el arte, por muy pedante que nos pongamos siempre nos superará.
    Interesante reflexión.

    La Esfera te echaba de menos.

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  3. Quizá la obra de arte, cuando es auténtico y esta percepción se caza de modo intuitivo, nos sobrecoge porque nos sentimos más cerca que nunca de los más íntimos y poderosos recursos humanos: crear, inventar, re-crear... En este sentido ocurre algo parecido con los científicos... ¿Serán los artistas los científicos de los sentimientos?

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  4. También se te echaba de menos por aquí, Rubén.
    Totalmente de acuerdo con tu reflexión.
    Un abrazo

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  5. Enmascarado, efectivamente el silencio nos desborda...

    Saludos.

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  6. Franco, gracias por tus palabras. Intentaré pasar más a menudo.

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  7. Armando, el núcleo del acto creador es el mismo siempre, luego en cada modalidad el acto toma una forma final u otra.

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  8. Ana J., gracias por tus palabras. Como digo, intentaré escribir por aquí más a menudo.

    Un abrazo.

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  9. Amando, te robo tu reflexión "¿Serán los artistas los científicos de los sentimientos?"

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  10. Me apunto a todas las reflexiones ante una obra maestra. Saludos

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  11. 7 Plumas, los artistas son los exploradores intuitivos de la plenitud, algo que va mucho más allá de lo que puedan conseguir los científicos.

    Abrazos.

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