29 enero, 2013

Silvia


Esto en mis tiempos no pasaba. Si ya se lo vengo diciendo yo a Doña Aurora toda la vida, que esos hijos los tiene muy consentidos, muy caprichosos, y míralos ahora, desmandados. Que si la Aurorita no puede con la mujer de Arturito de puro capricho, porque mira tú que es buena chica y lo trata bien. Verdad es que no le plancha muy bien los cuellos, pero qué se le va a hacer, ella, la pobre, tiene que salir todos los días a la calle para que los niños se aireen, los pobres, que si no se lo pasan todo el rato a la luz de bombillas –dice ella– y no tiene tiempo de planchar. Que si Arturito se viene para acá a cada rato, el pobre, dice Doña Aurora, pero a mí me parece que esas reuniones a las que va no pueden siempre acabar tan tarde, y la ropa le huele como a trasnoche, no sé, yo no me meto. En fin, que ahora a la Aurorita y la cuñada les ha dado por soltarse de la lengua en el Internet –me contó Doña Aurora que sabe del Facebook ese, hay que ver cómo se maneja– y han puesto los trapos sucios en boca de todo el barrio. Que, como yo le digo, aquí no hay trapos sucios porque yo los lavo bien con lejía. Y Doña Aurora, la pobre, de flato en flato, que llama al médico día sí, día también. Y Don Paco que le dice que lo suyo es de los nervios –lo que yo he pensado toda la vida, porque bien es verdad que Doña Aurora ha sido muy dada a los flatos–, y ella que le dice que no, que es de lo suyo y que si no le da con lo de ella se va a cambiar de médico, y Don Paco que le dice que casi mejor –esa tuvieron esta mañana–. Y yo con todo esto estoy durmiendo a base de valeriana mezclada con doble de tila y un chorrito de anís, que relaja mucho, y menos mal, porque van a acabar conmigo. Esto en mis tiempos no pasaba porque no había el Facebook del Internet, si es que todos esos inventos no ha venido sino a enredar, lo que yo vengo diciendo.
Texto: Ángeles Jiménez
Narración: La Voz Silenciosa

3 comentarios:

  1. ¡Sí que enreda!
    ¿La doble dosis de tila, más anis, cura también los ataques de risa?

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  2. Me encanta esta saga!
    Con Silvia ya tenemos la lúcida visión de alguien "como de la familia", que son las personas que suelen tener las ideas más claras.
    Estupendísimo, Ángeles!

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  3. Gracias, amigas esféricas, no se imaginan la lata que me está dando la familia, ya les contaré...

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