29 julio, 2013

Vicente Huidobro: El Dios de la poesía

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Vicente Huidobro
Imaginario Cultural

Vicente García- Huidobro Fernández, conocido internacionalmente como Vicente Huidobro, es junto a Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Pablo de Rokha, uno de los más importante poetas chilenos de todos los tiempos.

Nació el 10 de enero de 1893, en Santiago de Chile. Fue el fundador del Creacionismo, movimiento poético vanguardista que tuvo una importante repercusión en Europa a inicios del siglo XX. Considerado por algunos como un egocéntrico impenitente y autodefinido como “El Dios de la poesía”, nació en el seno de una familia de la élite chilena, que se encontraba vinculada a la gran propiedad agrícola, a la banca y a la política.  Sus primeros años los vivió en Europa y a su regreso a Chile cursa su enseñanza primaria con institutrices privadas y la enseñanza secundaria la realiza en el Colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús.

Desde su juventud realizó frecuentes viajes por Europa, que le valieron un profundo enriquecimiento cultural y una depuración de sus gustos estéticos. Particularmente intenso
desde la experiencia intelectual fue el largo período en que residió en París, ciudad a la que llegó en 1916, en plena guerra mundial; allí conoció a Picasso, Juan Gris, Max Jacob y Joan Miró, entre otras figuras de la cultura del momento. Escribió en revistas literarias junto a poetas como Apollinaire, Réverdy, Tzara, Breton y Aragon; es decir, lo más granado de la poesía francesa del momento.

A este periodo parisino corresponde la fundación del Creacionismo, en la que situaba al creador artístico a la altura de un demiurgo capaz de insuflar a su creación un aliento vital tan poderoso que se podría medir, incluso, con las creaciones de la propia Naturaleza. Así, para Huidobro el artista no debía limitarse a imitar la Naturaleza, sino que debía mantener con ella una especie de competición en la que podía mostrar el vitalismo de su propia obra.

Con estos presupuestos estéticos, Vicente Huidobro se presentó en Madrid en 1918, donde fundó un destacado grupo de poetas creacionistas consagrados a la elaboración de textos que seguían fielmente los postulados del ya respetado maestro chileno. Por aquel entonces ya era un poeta fecundo, que arrastraba tras sí una interesante producción literaria.

Entre el 16 de mayo y el 2 de junio de 1922, Vicente Huidobro presentó una exposición de trece poemas en forma de caligramas en el Teatro Eduardo VII de París. En el catálogo de la exposición estaba su retrato dibujado por Pablo Picasso y una crítica elogiosa de sus poemas escrita por el español Gerardo Diego. Su aceptación en París fue un éxito personal y de Chile, favorecido por el hecho de que el poeta escribiera indistintamente en francés y en español.

Regresó por un largo período a Chile en 1925. Desde su llegada inició una intensa actividad literaria y política. En el terreno político fundó un diario, Acción, desde el que defendía sus ideas contrarias al militarismo. Candidato a presidente, fracasó estrepitosamente en los comicios de 1925, lo que le causó no poca amargura.

Altazor
Alrededor de 1930 fue cuando dio los toques finales a sus dos obras cumbres, "Altazor" y "Temblor de cielo", dos poemarios que, desde el momento mismo de su aparición estaban llamados a situarse en los puestos cimeros de la literatura universal.

Vuelve nuevamente a Chile, presionado por la crisis económica mundial y vive una intensa actividad política en pro del partido comunista chileno. Se relacionó con la generación artístico-literaria joven ejerciendo gran influencia sobre ella. En la revista “Europa” de Barcelona, publicó el artículo "Manifiesto a la juventud de Hispanoamérica" donde proponía la creación de una república conformada por Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.


En 1934 fundó con Omar Cáceres y Eduardo Anguita la revista “Vital / Ombligo”.

En 1936, junto a Pablo Picasso, Hans Arp, Vasily Kandinsky, Robert y Sonia Delaunay, entre otros, firmó el «Manifiesto Dimensionista». Escribió artículos políticos antifascistas para el diario “La Opinión”, en que aludía a la situación de Italia, Alemania y España. Adhirió al Frente Popular Chileno y escribió profusamente sobre la política contingente. Recibió la colaboración, entre otros, de Pablo Picasso, André Breton, Salvador Dalí, Hans Arp, Paul Eluard, Juan Larrea, y de algunos escritores chilenos para la revista “Total”, fundada por Huidobro. Organizó a los escritores chilenos en solidaridad con el pueblo español. Viajó a España donde participó activamente en la guerra.

En 1944 fundó “Actual”, última revista creada por Huidobro, cuyo único número apareció en septiembre. Rumbo a Europa, en noviembre, se detuvo en Montevideo donde dictó la conferencia "Introducción a la poesía". Llegó a París donde se unió al ejército francés.

En 1945 transmitió desde París sus crónicas para La Voz de América, mientras participaba en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal. Entró con las tropas aliadas en Berlín. Al ser dado de baja regresó a Santiago.

A fines de 1947 sufrió en Cartagena, Chile, un derrame cerebral que se atribuyó a una consecuencia de sus heridas de guerra. El 2 de enero de 1948 murió en su casa de Cartagena y fue enterrado, de acuerdo a sus deseos, en una colina frente al mar, donde en su epitafio se puede leer: "Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar".

4 comentarios:

  1. Uno es hijo de su época, qué duda cabe. La enormidad poética de Huidobro -como la de tantos poetas que vivieron en la época de las llamadas vanguardias- hoy queda un poco ensombrecida, precisamente por eso que señalas en el artículo: intentar equiparar la creación poética con la naturaleza.
    Semejante propuesta o intención se corresponde no sólo a la literatura, sino a la mayoría de artes, y a su vez, viene a representar el modo de pensar de una época que se desarrolla entre las dos guerras mundiales. Un desaforado desarrollismo que los dos totalitarismos ideológicos imperantes (el marxismo y el fascismo) exaltan cada uno a su modo.

    Sin embargo, de aquel momento tan espléndido para el arte, quedaron huellas y rastros de los que aún nos alimentamos en esta época, una vez decantados los excesos. Quizá el creacionismo, junto con el surrealismo, sean los dos movimientos con más consecuencias ulteriores: muchas más que el dadaísmo, por ejemplo.

    Sin la poesía de Huidobro sería difícil comprender a César Vallejo, por ejemplo.

    Alguien con la inconmesurable potencia poética de César Huidobro, quizá hubiera merecido más vida, para que hubiera evolucionado hacia un mayor humanismo su propuesta.

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  2. Es un placer leer tus reseñas, Natán. Y tus comentarios, Amando.
    A pesar de ello, no creo que me anime con Huidobro. Es demasiado para mí.

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  3. He acudido a youtube a escuchar recitar alguna de las poesías de Vicente Huidobro, y ciertamente me gusta. Cosa extraña en mí, para una poesía tan clásica.

    Gracias Natan por ilustrarnos.

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  4. Amando: como siempre unos comentarios buenísimos, que sin duda complementan de gran manera el artículo y respecto a lo que señalas, estoy muy de acuerdo con la trascendencia que ha tenido el creacionismo y sin duda el legado de Huidobro ha sido de gran influencia para muchos poetas.
    Saludos y gracias por tus comentarios.

    Ana: Muchas gracias a tí por leer los artículos y por tus comentarios. Saludos y espero que en algún momento te animes a leerlo.

    Francisco: Gracias por tus comentarios y como dices aunque sea una poesía clásica resulta muy interesante de escucharlo o leerlo.
    Saludos

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