25 mayo, 2009

El genio del canutillo


Dicen que es un poco raro que esté tan tranquilo, pero que no pasa nada, que dentro de unos minutos empezaré a ser sociable. Esto me hace plantearme que a nadie le gusta cómo soy, que soy un muermo de persona. Dicen que dejaré de estar triste, y cada vez me siento más artificial y más lejos de mí mismo. Llevo ya unas cuantas “caladas”, y simplemente noto tos y carraspera. Mi coleguita del momento argumenta que este material es de colocón seco y sutil, poco persistente y de tolerancia muy alta. Yo no sé muy bien de lo que habla; sin embargo, parece tan convencido y docto en el asunto, que simplemente me río:

- El Yoda de la Grifa, pareces ser tú -, alegué.

- Si tuviera su memoria, quizá -, farfullaba él, a mi lado.

Todo lo que mi siniestro acompañante comentaba, parecía carecer de importancia, y ser totalmente superficial, como si deseara que fuera olvidado. Fue entonces cuando me vi reflejado en aquel chico de ropa sucia y aliento infernal: comprendí que no quería llegar a eso, y me levanté en el acto, un poco mareado, pero muy dignamente, y desaparecí por debajo del puente, con la intención de olvidar al genio del canutillo. Mientras me alejaba, agitaba su mano izquierda, y con la derecha se ayudaba a sostener con la boca su fulgurante vicio, su burda mentira.


Texto: Pilar Ana Tolosana Artola

10 comentarios:

  1. Quizá Pilar Ana Tolosana Artola podría explicarme por qué la palabra caladas está puesta entre comillas. Es que me encuentro realizando un humilde estudio acerca del uso de las comillas en la escritura actual. Gracias.
    Ah, y esto como curiosidad personal, por qué el acompañante es siniestro.

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  2. Me gustaría acceder a las conclusiones y al "estudio" del que habla J.Ramallo. Jamás me había percatado de la importancia de las comillas. Ya nos contarás.

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  3. ¿Por qué las pones tú, FranCo, en estudio?

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  4. Estimado J.Ramallo:
    Coloco las comillas en “estudio” de igual forma que cuando hablamos coloquialmente y nos referimos a algo que pretendemos resaltar o por algún motivo o por el contrario también interpretamos que esa palabra (sea un calificativo, un sustantivo como es este caso ó un verbo) puede ser objeto de error, algo susceptible de cambio o existe alguna duda.
    Pero francamente en este caso, por ironía.

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  5. ¿Y por qué es necesario resaltar la ironía? ¿No es eso una forma de explicarla? Y si explicas la ironía ¿eso no hace que seamos menos capaces, más idiotas?

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  6. Las malas experiencias me dicen que las ironías escritas hay que "señalizarlas". Provocan malos entendidos y a veces se convierten en una jaula de grillo. La ironía escrita no permite acompañarla de una mueca, de una sonoriza, de un cambio de modulación de voz y ello hace que en muchas ocasiones el mensaje sea acogido por el receptor de forma muy diferente al que tu lo emitiste. Me he llevado muchas sorpresas, pues la empleo mucho y es mi forma de caminar por la vida.

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  7. "Hola amigos" Coincido con FranCo en el interés por tu estudio de "las comillas". La verdad es que no tengo muy buena relación" con los signos "zodiacales" ni con los de puntuación y me gustaría aprender más de ellos, en especial éste de "las" comillas. Debe ser muy importante, de hecho he oído hablar de una Universidad de "comillas".

    Marcos Alonso

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  8. Explicar la ironía -ya sea escrita o no-, es tan estúpido como explicar el amor -ya sea o no-: en los dos casos las explicaciones no hacen más que dejar en evidencia al explicador. Las comillas son importantes, sí, sobre todo cuando no se ven.

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  9. Me ha gustado ese sumiller de la grifa: colocón seco y sutil, poco persistente y de tolerancia muy alta...
    ¡Qué nivel!

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  10. Prefiero "señalarlas" que "señalizarlas". Los polisílabos están tan de moda como las dichosas comillas.

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