Desatornilló su vida
y acudieron como carpinteros
trabajadores de bata blanca
montando un circo,
susurrándole lo maravilloso que resultaba vivir.
La volvieron a atornillar,
terminaron su representación,
(cuestión de presupuesto),
turnos de ocho horas,
y con una palmadita le dieron el alta,
de nuevo la pusieron en circulación…
Terminó la función
y descubrió que era solo teatro,
parte del guión. No era protagonista.
No lo pensó,
terminó el trabajo que había iniciado,
se desatornilló por completo.
Texto: Francisco Concepción Alvarez
¿Y en qué consiste ese trabajo que había iniciado?
ResponderEliminarDe una forma u otra, protagonistas o secundarios, todos formamos parte de la función.
Me ha encantado.
ResponderEliminarCuántas veces los carpinteros de bata blanca reparamos cortes en las muñecas y hacemos lavados de estómago. No sabemos reparar los tornillos sueltos de la vida que, antes o después, se volverán a caer.
buena decisión, lo empezado ha de terminarse
ResponderEliminarEstimada Ingrid:
ResponderEliminarCuanta duda tenemos (o tengo) cuando escribimos, y que satisfacción se siente cuando interpretan o leen entre líneas el fondo del mensaje tal y como tu lo intentaste lanzar.
Gracias.
Imagino que al referirte a carpinteros, tratas al personaje como un muñeco de madera, tipo Pinocho, al se le insufla vida. Los médicos le susurran como dandole instrucciones, como si programará ese muñeco, casi robot.
ResponderEliminarY el muñeco tiene una visión clara de las cosas, sus propias ideas sobre este circo o sobre esta vida.
Buen texto
Un abrazo