Azufre. Ojos de sapo, sangre de dragón.
Morgana revuelve su caldero de envidia y poder, se disfraza de dulce ancianita que ofrece su manzana envenenada, de rey victorioso, de niño desvalido.
Abracadabra. Las culebras se retuercen en su alma oscura y clavan sus colmillos ponzoñosos en sus carnes, que se deshilachan clamando por ser eternamente jóvenes.
Corazón de colibrí, hielo estelar, humo de cuerno de macho cabrío requemado, los peores deseos para ti, que tu sufrimiento sea eterno, como mi gloria.
Pata de cabra. Su maleficio se extiende con volutas pestilentes, empapa su cuerpo de reina venida a menos, tiñe sus ojos de oro y sangre.
Que el hielo sea tu prisión, la prisión de mis enemigos, que mi reino no tenga límites… espinas de rosal, cantárida y mandrágora… que la juventud ilumine mi cuerpo para siempre…
-Vamos, vamos, tía Maruxa, deje ya de revolver con las hojas secas, que es la hora de su medicina.
Morgana lo mira airada desde la sima de sus ojos, desde su prisión de carne anciana.
¡Que las babas de mil sapos cubran tu boca, que tus dedos se desmoronen como barro seco, yo lo ordeno, por mi poder!
-Solo un buchito, tía Maruxa… así…
Morgana abre sus terribles fauces de hechicera y traga la pócima, la mirada relampagueando de ira.
Abracadabra…
-Vamos, tía Maruxa, apóyese en mi brazo. Salgamos a dar un paseo por la rosaleda…
Pata de cabra…
Morgana se aferra al brazo del enfermero y da dos pasos vacilantes.
Merlín ha ganado esta batalla- piensa, amarga- pero ella vencerá la guerra.
Texto: Ana Joyanes
Relato que embruja. Dos realidades en un mismos estadio. Dos mundos el de más acá y el del más allá. Acertado narrador.
ResponderEliminarMis congratulaciones por el elevado nivel literario y estético de vuestra página. Mis votos de éxito en la continuación de vuestro proyecto.
ResponderEliminarSi me permiten llevo la dirección para agregarla a mi blogroll.
Desde Lisboa, un saludo cordial y un abrazo amigo.
Tania Alegria
Jo! qué miedo da. Espero que los malos pensamientos de la brujas queden iguales que ellas, desvalidos y sin efectos.
ResponderEliminarGracias, chicos, por vuestros comentarios.
ResponderEliminarGracias, especialmente a tí, Tania, por tus deseos hacia este proyecto en el que ponemos tanta ilusión y por agregarnos a tu blogroll.
Quién estuviera en Lisboa!
Un abrazo
Bueno, bueno y bueno!
ResponderEliminarMe ha gustado descubrir a esa Morgana, prisionera en carne anciana!
Mis felicitaciones a la autora:
Ana Goyanes.
También para este espacio cultural!
Hay muchas Morganas. Personas impedidas, viejas, olvidadas.
ResponderEliminarBuen texto.
Un saludo.
Cruda realidad con tintes fantásticos.
ResponderEliminarMuy bien compaginados los dos universos.
Anabel, la Cuentista
Qué razón tienes, Neuroscopetrix, por Tutatis!
ResponderEliminarA menudo, varias realidades confluyen en una, Anabel, ¿verdad?
Gracias a los dos
TE HACE VER LOS ASILOS CON OTROS OJOS, PERDÓN, LAS RESIDENCIAS.
ResponderEliminarTEXTO IMPECABLE, IDEA GENIAL, DE ACUERDO EN QUE ASUSTA.
TE HACE VER LOS ASILOS CON OTROS OJOS, PERDÓN, LAS RESIDENCIAS.
ResponderEliminarTEXTO IMPECABLE, IDEA GENIAL, DE ACUERDO EN QUE ASUSTA.
Gracias, Anónimo.
ResponderEliminar¿Has probado a mirar a los ojos, al interior de algunas personas atrapadas en enfermedades mentales, terminales o en la pura decrepitud? Sí, asusta
SI, PERO SÓLO LO HE VISTO EN LOS ENFERMOS MENTALES, EN LOS ANCIANOS Y MORIBUNDOS NO HE MIRADO CON ESOS OJOS Y CIERTAMENTE ASUSTA HACERLO.
ResponderEliminarCómo me gustan los escritos de "la Joyanes" y de los demás colegas del blog!. Cuando sea mayor quiero ser como ustedes.
ResponderEliminarToda una "Gomer history X"
ResponderEliminarTe da mucho que pensar...
Eso espero...
ResponderEliminarGracias, Mako