Cuarenta y seis y las tetas pequeñas y redondas brillando en la camisilla negra.
-Me llamo Lola.
-Encantado, yo me llamo J.
Todo natural. Vino y cerveza. Mis huevos hinchándose y su sonrisa directa, sin miedo. Minifalda vaquera, divorcio y una hija de dieciséis. Más alcohol.
-¿Importa mi edad?
-No, sólo era por saber...
Dientes en ámbar y maquillaje de doble capa. Mechas y mechones.
-¿A qué te dedicas?
-Actor porno.
-No jodas.
-Sí.
Postre, licores y palabrería. Nubes. Algunos se marchan y se enfría el café.
-¿Y tú?
-Traductora.
-¿De qué?
-De griego y francés.
Me imagino que para entender este texto hay que saber traducir el griego y el francés. Buen texto.
ResponderEliminarBUENA COMBINACION, ACTOR PORNO (QUE SI JODE) Y UNA TRADUCTORA DIVORCIADA DE GRIEGO Y FRANCES (CON LAS TETAS PEQUEÑAS Y REDONDAS).
ResponderEliminarMUCHAS VECES NI EL MAQUILLAJE DE DOBLE CAPA CONSIGUE TAPAR CARENCIAS.
wuaoooo actor porno, era esa una propsicion casual, una propuesta muy suspicaz, jejejeje un abrazo
ResponderEliminarCreo que quedaron empatados: el uno, actor porno y la otra, traductora de griego y francés.
ResponderEliminarMe ha gustado la presentación y el cómo, el resto... imaginación al poder.
Saludos,
Anabel, la Cuentista