giras, rotas, en torno a un rico escenario,
cautivas la atención en tu comedia del arte,
peón en el bello teatro, pero gran juglar libertario.
Fascinas tú, arlequín, en tus pasos menguantes,
más ligeros a medida que atrapas en tu espiral baile
al espectador preso de una trampa semejante,
a la de mirar sus inquietudes y reírse sin desaire.
Cómico maquillado, siempre deslumbrante,
tu rostro a veces dulce o cruel, es misterio,
pocas ocasiones es capaz de descifrarse.
Ahora se baja el telón y el drama se para,
termina tu representación, hoy fue brillante.
Dime, ¿a quién encantarás de nuevo mañana?
Texto: David Villalmanzo Resusta
Por fin un poema de factura clásica, todo un soneto!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado. Bien expresado, bien construido (que conste que no lo he medido porque, sinceramente, he olvidado cuántas sílabas debe llevar un soneto y tampoco importaría), con un tema reconocible, inmortal.
Creo que hoy en día es todo un riesgo escribir poesía rimada, con métrica clásica. Y que el resultado sea bueno!!!
Lo he disfrutado mucho. Enhorabuena.
Bonita poesía, imagino que a un actor de teatro llamado Camaleón, dan ganas de ir a verlo. Tiene suerte este tal Camaleón.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un saludo.