Estoy reservando Praga
para descubrirla juntos.
Quiero que nos estrenemos allí,
como obras de Mozart.
Subirnos a sus tranvías,
merendar en el café Louvre entre hojas
de poemas y té,
perdernos en el callejón de Kafka,
viajar a Viena o a Marienbad
para curar el acartonamiento
de nuestros pulmones,
y lanzarnos a las aguas del Moldava
desde sus puentes de piedras negras
testigos de la muerte por amor.
Metamorfosearemos Praga
en una mariposa libre de pasado.
No vayas a Praga aún,
espérame.
© Anabel
Te espero en Praga. Como no podía ser de otra forma.
ResponderEliminarEs buen destino, con buenas y hermosas paradas.
ResponderEliminarSeguro que hay alguien que me quiere llevar con ella. Pero al Moldava no me tiraré, si acaso prefiero escucharlo.
Praga! La ciudad de mis sueños y mis mejores recuerdos.
ResponderEliminarHas removido algo muy querido, me parece sentir bajo mis pies el pavimento del Puente de Carlos y los sonidos del Orloj en la Plaza de la Ciudad Vieja.
Muchas gracias!
Cuánto es mi deseo que lleguen ustedes antes que yo (me dirijo a los personajes). Con respecto a los demás, me encantaría que alguna vez allí nos viéramos.
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