Hojas de árboles con hambre, con sed. Carrefour en papel sucio, indigente y Twix de oro derretido junto a un cartel naranja: agencia de viajes: SE ALQUILA.
Voy al gimnasio y a nadar. Press de banca y dos mil metros de ojos rojos. Ya estoy preparado, fuerte, listo para beber un buen rato. Ruido en la coronita de lima y burbujas. El hombre del futuro será una mezcla entre mono y perro. Entre mono y perro. Entre mono y perro. Entre ¡ya te oí! Ok.
En esta ciudad sólo las palomas.
Me descubro sonriendo, sintiéndome bien, feliz por una estupidez, un encuentro de dos en un restaurante, en una esquina y sus besos, el abrazo… un minuto más tarde decepción, tristeza de mirón, fulano amargado, oscuro y solitario. Vergüenza.
En esta ciudad las palomas.
No hablo con mi madre y mi padre viene a buscarme. Hace cuatro noches asomó su sombra muerta entre la puerta y la cama. No gritaste; no pude, sólo sudé y lo eché mordiéndome el insomnio. Era él, pero no sé por qué está enfadado, los dos sabemos que hablar con ella no es fácil,
que vivir con ella duele. Los dos la queremos ver muerta. Los dos la amamos.
que vivir con ella duele. Los dos la queremos ver muerta. Los dos la amamos.
En esta ciudad.
Sentir, confiar, hacer pensar y sorprender. Engañar y que me engañen, pero bien, sin comillas, sin tildes en fue, en ti, joder, aprende a escribir. Y no leas si no quieres, no hace falta pero escucha, eso sí, atiende que la vida está ahí, sordo ciego idiota. No te pido sinceridad, tranquilo, a los críticos lo justo, pero al menos atiende, quizás aprendas algo del barbudo y su cartón; siéntate y brinda con nosotros.
En esta ciudad sólo se besan las palomas, pero los humanos juntan sus cloacas, se pisan y se dejan, se alquilan. Pasean de la mano viendo correr a niños. Mienten. Todo el tiempo mienten, porque besarse está de puta madre pero ellos no saben, se olvidaron y ahora cazan palomas. No soportan ser los únicos muertos.
Texto: J. Ramallo.
Ilustración: Francisco de Anda
Ilustración: Francisco de Anda
Sólo se besan las palomas..., qué tristeza, ¿no? Me gusta. Un abrazo.
ResponderEliminarAlgunas veces es complicado vivir, pero mejor intentarlo y aprender de las palomas... a besarse.
ResponderEliminarLa búsqueda de la sinceridad es tan inútil como creer en el árbol de la ciencia.
ResponderEliminarBuen texto, llenos de imágenes como ésta que sobrecoge "(...)Hace cuatro noches asomó su sombra muerta entre la puerta y la cama(...)".
ResponderEliminarSensaciones inconcretas que cada uno puede concretar en su propio consciente o inconsciente.
ResponderEliminarSaludos,
Anabel, la Cuentista
Vuelves al estilo desgarrado e íntimo que tanto me gusta. Tus últimos textos son, en mi opinión, viscerales, más brutales que... eso... desgarrados.
ResponderEliminarÉste vuelve a tener el toque personal más allá del estilo. El que me conmueve.
Rescatamos estos textos, con el fín de publicar y disfrutar de las ilustraciones realizadas exclusivamente para La Esfera, que ya han sido puplicadas en la edición impresa.
ResponderEliminarEs curioso como mismos escenarios nos devuelven a quienes vivimos en ellos diferentes sentimientos que nos hacen vivir diferentes realidades. La tuya, desgarradora y de tu mano nos envuelve y nos ahoga. La atmósfera que creas está muy bien lograda. Te felicito.
ResponderEliminarEl futuro desolado, desangelado, desilusionado... ¿Serán cosas de la crisis que hace proliferar estas ideas oscuras? Estupendo texto, saludos.
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