25 octubre, 2010

Atrapasueños


Me desperté soñando, o más bien como si se me escapara el sueño, o se desintegrara. ¿Dónde está mi sueño?, pronuncié entre dientes, en la confusión de la luz escasa que la luna menguante llevaba hasta la ventana abierta por el calor.
Creo que fue el sonido crujiente de un batir de alas atrapadas lo que me sobresaltó. Un insecto enganchado en las cortinas, la ventana abierta, el calor. Me acerqué a buscarlo. Una mariposa nocturna se debatía con esfuerzos desesperados por liberarse de una trampa en la que cayó por error. Era una trampa para sueños, para malos sueños.
Trataba de liberarle las alas enrolladas en la red cuando vi que me miraban los ojos de la angustia humana, la mirada de los que saben que se han quedado sin tiempo para expresar lo que venían a decir, de los que se pierden en el sueño eterno. Luego cayó en un abismo que se abrió más allá de la red y desapareció. Se desintegró mi sueño.
Las plumas del atrapasueños gritaban en una danza victoriosa de fuegos fatuos. Lo arrojé por la ventana. Todavía lo escuché un rato, entre risotadas que se apagaron hasta el silencio.
Me dormí tranquila porque ya nada iba a elegir los deseos de mis sueños.
Texto: Ángeles Jiménez
Narración: La Voz Silenciosa

6 comentarios:

  1. Casi nunca recuerdo mis sueños. Dicen que todos soñamos, por eso digo que no los recuerdo. Y las pocas veces que parece que lo voy a hacer me sucede lo mismo, que al principio de tu excelente relato: huyen, se desintegran, se desmigan, coomo si fueran figurillas de arena.
    A lo mejor por eso algunos escribimos, ¿no, Ángeles?
    Enhorabuena por el texto.

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  2. Ángeles, hermosa parábola! tampoco suelo soñar y si lo hago, muy pocas veces logro detener a los atrapasueños. Alguna vez lo he conseguido y entonces me siento dueña de mis locuras... por un instante.
    Besos y felicidades.

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  3. Enhorabuna, Ángeles, por este logrado texto. Estos relatos oníricos son muy sugerentes por donde se cuelan el subconsciente para mostrarnos estas historias que se confunden con la realidad, esos sueños que se nos escapan.

    Un abrazo.

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  4. Que nadie nos quite nuestros sueños, incluso los que dan miedo.
    Magnífico, Ángeles.

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  5. Muchas gracias a todos, me encanta esa frontera confusa entre el sueño y el despertar, eso que a veces te hace pensar ¿lo habré soñado o será verdad?
    Besos

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  6. La línea entre el sueño y la realidad, a veces es oscura, qué miedo da. Oscuro sueño, perdón texto. Muy bueno.

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