25 octubre, 2010

Pésame


La anciana lloraba sentada en un banco del cementerio. Se enjugaba las lágrimas con un pañuelo de tela y se movía espasmódicamente al ritmo de sus hipidos. En su regazo mantenía un bolso negro fuertemente apretado. Una chica, que llevaba un ramo de flores en la mano, se acercó a ella.
— ¿Se encuentra bien?
La mujer, sin levantar la cabeza, respondió que no.
— ¿Le puedo ayudar?
La mujer profirió un largo hipido.
— Es muy dura la muerte de los seres queridos — añadió la chica.
— No es eso, hija, no es eso, es que me acaban de robar.
La chica dejó el ramo de flores en un extremo del banco, y se sentó junto a ella.
— Lo siento. Hay mucha gente desalmada por el mundo. Dígame ¿Le han robado mucho?
— Casi todo lo que llevaba. Sólo me han dejado esta pulsera de oro y el dinero que llevo siempre escondido en el bolso.
La chica, entonces, sacó una navaja del bolsillo.

Autora: Elena Casero Viana

7 comentarios:

  1. Magnífico micro, Elena. Me has hecho reir; a veces la realidad supera a la ficción.
    Besos de pésame.

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  2. Es diabólico el relato, Elena. Diabólico y tremendo. No sé si lo entiendo, pero ella entiende por robo la muerte, que al fin y al cabo es lo que sucede desde la perspectiva de los vivos: nos roban a quien queremos...
    Tremendo, tremendo... Y muy bueno

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  3. Sí, yo también lo entendí en el sentido de que nos roban a quienes queremos, pero no, ¡qué pérfida, la chica!
    Estupendo, Elena

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  4. Y pensar que esa situación, puede ser tan real, cómo la vida o la muerte...

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  5. Buen micro, Elena, con ese final que nos enseña que las cosas no son lo que parecen.

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  6. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no dejarán ver las estrellas. Tremanda estrella.

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  7. Al fin y al cabo, el que roba no tiene en cuenta los sentimientos de los demás. Esta hizo su trabajo, tal vez de una forma algo más cómoda que de costumbre, puesto que la misma víctima le dijo que era "robable"
    Muy buen texto. Te sorprende al final, igual que la atracadora a la viejita, que es de lo que se trata.

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