18 diciembre, 2010

Tocando con los ojos



No puedo definirla de otra manera… Tras su sonrisa demoledora, por momentos incluso apabullante, subyace una dulzura que te obliga a reconsiderar si quisieras encontrarte siempre bajo el influjo de su mirada o, casi mejor, no recordar siquiera en dónde estás y dejarte transportar por la suavidad de su tono de voz, sintiendo cómo te toca con esos ojos de color indescriptible.
En ella conviven un conjunto de dualidades que te hacen vivir una continua montaña rusa emocional, mordisqueando tus tobillos con la duda permanente de con cuál de ellas quedarte: ¿será la fragilidad-fortaleza que tanto me atrae o la inocencia-picardía que tanto me desconcierta?
En todo caso, creo que no renunciaría a ninguna de sus maravillosas características, pues he constatado que el conjunto resultante alcanza unos niveles de seducción y atracción de los que ni ella misma es consciente. Simplemente se trata de perderse en el recorrido del deseo; de ese deseo de ser mirado por sus ojos, de ser inundado por la luz cuando se ríe, de poder identificar su presencia con el mero atisbo de su olor… En definitiva, el deseo de poder cerrar los ojos y averiguar, anclado todavía a este mundo, a qué saben sus labios.

Texto: Miguel Ángel Díaz Fuentes

7 comentarios:

  1. Fragilidad/fortaleza, inocencia/picardía, Yin/yan, ni negro ni blanco sino todo lo contrario...

    ¿Cómo no va a resultar atractiva la persona portadora de semejante dualidad?. Puede que ella no sea consciente pero seguro que no es totalmente inconsciente.

    Bella manera de describir emociones, Miguel Ángel. Un saludo de Á.

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  2. El inicio de un romance o, simplemente, el deseo que aún no ha sido satisfecho. La atracción. Me quedo con la frase final.

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  3. Toda una montaña rusa de emociones, donde no sabes qué te vas a encontrar. Que te engancha, y que te atrapa. Coincido: me quedo con la frase final y aún anclado a este mundo, quedar atrapado definitivamente por el sabor de sus labios. Enhorabuena por el relato Miguel Angel, Tocayo.

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  4. Buen retrato del deseo que se convierte en volcán en el momento de cierta clase de mirada.
    La frase final, sí, es el perfecto momento en que todo es posible.

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  5. Deseo y atracción de lo inalcanzable. Me encanta tu relato y ¡cómo no! el final, que no se sabe si es mejor, conocer o seguir esperando.
    El título es buenísimo.
    Besos, en el aire.

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  6. Miguel, una bonita forma de describir el amor, más allá de lo cotidiano. Sabes que me gusta el relato, y sabes la razón. Me parece un regalo precioso para esa tu persona especial. Un abrazo

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  7. Tienes que saber a qué saben sus labios. No puedes terminar con el deseo de algo que conoces tanto y tan bien.
    Me empapo de esta belleza y dulzura de texto...

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