12 abril, 2011
Réquiem
La niña allí sentada, a la resolana, con su pelo crespo. Los rayos del sol, tenues, tímidos, reflejan su pequeño cuerpo en la pared encalada, limpia, impoluta. La abuela ciega, quieta, presa por la zangarriana, mirando la vida con inquina, con pereza, desganada. La madre, que entra y sale, que sube y baja, extendiendo sábanas blancas que azota la brisa, sólo taciturnas mortajas, testigos de noches sombrías que almidonan quimeras. Sábanas que son velas de veleros que nunca zarparon, varados en mareas que en ningún tiempo mejor subieron. Mareas sin lunas, astros sin noches. Noches que son mañanas, perennemente repetidas. El viento que susurra un tango, triste, mil veces danzado. Danza la vida caprichosa, trepando cucañas camino del cielo. Planean azadas, arados y aguijadas por el limbo infini! to, abatidos, huérfanos de tierras. Simientes que vuelan buscando otros parajes donde dar frutos. Parajes que son colmenas, enjambres de sueños que no florecen en primavera, yermos, sin semillas. Primaveras que sobrevienen fríos inviernos, colmados de corazones gélidos que derrocan ilusiones. Lágrimas que ya no duelen, corriendo por acequias perpetuas. Ilusiones captadas por añejos daguerrotipos, rictus pintados de color ámbar. La muerte que no avisa, traidora, fementida. La niña sin padre. Tres damas, encadenadas, retenidas, ataviadas de negro azabache, pergeñando el porvenir, camino del camposanto.
Texto: Xavier Blanco
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Me gusta mucho tu descripción de la escena. Las veo perfectamente; casi hasta me parece que oigo la brisa en el calor de la tarde y siento la pesadez de la vida en esas circunstancias.
ResponderEliminarMe ha gustado el ritmo cadencioso, la imagen cansada y cansina...Míriam
ResponderEliminarBuen texto, con ese lirismo y el ritmo que le impregna las imágenes que se suceden encadenadas por una misma o parecida palabra.
ResponderEliminarRealmente me ha gustado mucho Xavi, me he quedado maravillada. Marina
ResponderEliminarTambién me gusta el ritmo y la sensorialidad de todo el escrito.
ResponderEliminarGracias a todos y a todas por los comentarios. Como ya han dicho otros en estas misma páginas, escribes los textos y cuando los ves aquí, ya no parecen tuyos, como si fueran de otras manos.
ResponderEliminarSigo en el camino y me siento muy bien acompañado.
Un abrazo
Me gusta el texto, es como un puzzle de palabras que forman claramente la imágen pretendida.
ResponderEliminarImágenes enlazadas que lo dicen todo.
ResponderEliminarAnabel
Llega din avisar la traidora pero a veces parece que avisa y no acaba de llegar: traidora siempre.
ResponderEliminarUn abrazo. A.
Dacil, Anabel, gracias, las dos juntas me dais miedo..., pánico, esa sería la palabra mas acertada.
ResponderEliminarÁngeles, ¿la verdad? escribo sólo para poder leer tus comentarios.
Saludos a todas,
Xavier
En cada frase se encierra el capítulo del libro que podría ser.
ResponderEliminarMy bueno.