¿Qué es una vida larga? ¿Qué es una vida corta? A veces hay vidas de 80 años que las resumes en nació, se casó, tuvo tres hijos y murió. ¡Ah!, y era una persona muy honrada. A veces, sin embargo, nos encontramos con personas que viven 27 años y su sombra se extiende flotando sobre los ríos de tinta que se escriben acerca de ellos.¿Casualidad o destino? A veces es difícil de explicarlo. Durante los años que transcurrieron entre el 27 de noviembre de 1942 y el 3 de julio de 1971, se dio una extraña circunstancia. La primera fecha corresponde al nacimiento de Jimi Hendrix. La segunda es la fecha en que murió Jim Morrison. Entre ambas fechas, nació y murió una chica de voz desgarradora y envolvente personalidad. Su nombre también empezaba por Jota. Jota de Janis. Janis Joplin.
Tres vidas coincidentes en el tiempo que revolucionaron la música. Los tres, con nombre que empieza por J. Los tres compartiendo cartel en el ya histórico concierto de Woodstock (agosto 1969) y los tres muriendo a la temprana edad de 27 años. Le ocurrió lo mismo a otros como Robert Johnson, el gran guitarrista de Blues, Brian Jones (cofundador de los Rolling Stones) o Kurt Cobain (Nirvana) . A todos ellos se los conoce como el Club27. Todos murieron a los 27 años.
Durante los próximos lunes, os traeré a los tres primeros: Jimi, Janis y Jim.
Empezaremos por Jimi Hendrix. Quizás uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Se hizo a sí mismo desde que pudo empezar a tocar su primera guitarra eléctrica a los 16 años. Nos regaló 11 años de solos, escalas y maneras de tocar imposibles. Tocaba la guitarra de espaldas, con los dientes, contra los micrófonos,... Vivía sus actuaciones envuelto en una orgía de sonidos y ruidos que enloquecían a quienes tuvieron la oportunidad de ver sus directos.
Fue célebre su actuación en el Monterey International Pop Festival en junio de 1967, sorprendiendo a propios y extraños cuando su guitarra Stratocaster acabó incendiada y destrozada contra los amplificadores en un intento de exprimirle hasta su última gota de sonido.
En el video que os propongo podrán ver el tema que marcó su despegue definitivo con la formación que lo haría célebre: The Jimi Hendrix Experience. El tema se llama Hey Joe.
Cuánta coincidencia, cuánta fuerza, cuánto atractivo...
ResponderEliminarGracias, Miguel Ángel, nuevamente por traernos estas historias.
Es un club que siempre ha reclamado mi atención. En La Esfera ya realizamos una reflexión sobre la muerte prematura de algunos artistas, en los días de la muerte del Rey del Pop (M. Jackson) y nos planteábamos ¿Ello los convierte en más mitos?
ResponderEliminarhttp://programalaesfera.blogspot.com/2009/06/tenia-que-morir-joven.html
Gracias M. Ángel, por tus siempre interesantes apuntes musicales.
¿De joven pinchabas en los garitos nocturnos?
La muerte prematura, sin duda contribuye a la mitificación, como si se tratara de una canonización, de los artistas. Pero sin duda, para los que miran más allá, está también la calidad del artista. En el caso de Jimi, por ejemplo, es indudable su calidad. A pocos se les ha visto tocar la guitarra como él lo hacía. Más allá de que fuera espectacular en el escenario.
ResponderEliminarFrancisco. Lo de pinchar discos, se me quedó en el tintero. Aunque joven aún, ya no estoy para eso. Me hubiera gustado. Pero lo que si hacía es que llevaba siempre las cintas (aquellas que había que darles la vuelta) a los guateques. Nunca faltaba aquella que marcaba con el nombre de "lentas", para cuando el tono de la fiesta subía...
No recuerdo en qué peli de gangsters se decía eso de "Vive rápido, muere joven y haz un bonito cadáver", pero creo que se aplica perfectamente a estos tres monstruos.
ResponderEliminarEs cierto que la muerte los eleva a la categoría de mitos, sobre todo, porque nada puede empañar sus logros: ni la decadencia artística o física, ni el cambio de las modas, ni las veleidades del público: se quedan congelados para siempre en su momento de mayor gloria.
Bonitos cadáveres. Magnífica entrada, Miguel.
Gracias Ana. En efecto, esa frase describe perfectamente la filosofía de vida de Janis, Jim y Jimmi. La frase es de James Dean. Otro que consumió su vida en pocos años: 24.
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