¡Despierta!.... ¡Despierta!....
Veo tus ojos abiertos, pero no me parece que me sientas…
Ni que me entiendas…
Desde aquí, no aprecio vida inteligente detrás de esas pupilas…
Te veo inmóvil, inerte, falto de un mínimo de sensibilidad…
Tú crees que puedes moverte, que puedes percibir cuanto te rodea y actuar en consecuencia, pero no es así…
No tienes capacidad ni de interpretar lo que sucede, ni de cambiar las cosas, ni de hacer nada por ti mismo…
Eres un ser absolutamente inútil, desde mi punto de vista… Y no lo digo por ofender. Es la realidad.
No eres capaz de aletear aquí, como una mariposa, para provocar un huracán en cualquier otro lugar…
Lo que tú piensas que eres, sólo es una fantasía tuya más…
¿Sabes lo que eres ahora?
Podría describirte detalladamente, pero ahora no estás en condiciones de entenderme. Quizá, por aproximación, y como pareces una persona instruida, te diré en tu idioma que eres algo así como un habitante de la caverna de Platón… Una rana en el pozo de Marcuse… Un figurante más de Matrix…
Eres, en definitiva,
tu propio y personal personaje de ficción, en un cuento que ya tiene final y que ya sabes como acaba, pero no quieres reconocerlo y prefieres ignorarlo. Lo borras de tu mente porque quieres seguir viviendo una vida que no tienes, pero crees merecer. Te ves como alguien real, pero no es así. Tendrías que verte como eres en realidad, en perspectiva, desde la distancia, incluso desde aquí delante mismo, como te veo yo.Crees que te has visto y que te conoces porque te has mirado al espejo, pero quien está al otro lado no eres tú, es una ilusión óptica provocada por tus propios ojos, la luz y la superficie del espejo. En el fondo sabes quién eres y lo que eres, porque lo has estudiado en los libros de texto, pero prefieres quedarte con esa falsa imagen, porque te resulta tranquilizadora. La verdad siempre es inquietante…
De todas formas tengo que hablarte…
Tengo que contarte algo que no sé si vas a poder comprender en todo su significado…
Estás agonizando… Te vas a morir…
Pero no sólo tú estás en este trance. Toda tu absurda especie se está extinguiendo y muere contigo…
No todos al mismo tiempo, pero todos van a morir… Te lo aseguro… Y no va a quedar nadie… No va a quedar nada… No va a quedar ninguno…
Ya sé que me vas a decir que yo también me voy a morir. ¡Claro! ¡Sólo faltaba!...
Pero mi muerte será diferente…
De hecho, en cierto modo, ya estoy muerto. No soy un ser vivo al uso, pero comparto algunos rasgos de lo que ustedes, los humanos, denominan vida. Soy efímero como ustedes, como tú… Pero habito en otra dimensión… Una dimensión que se niegan a reconocer, pero que la utilizan de forma inconsciente, a su antojo y sin control… Son los efectos de la ceguera cognitiva congénita, diagnosticada ya desde tiempos ancestrales, que lamentablemente parece no tener tratamiento y que caracteriza a la mayor parte de tu especie… Pero ese es otro tema, que no viene a cuento ahora.
Agonizas y te mueres no porque sea tu ciclo vital… ¡Ya te gustaría!... Eso pasó con tus antepasados, pero contigo no va a suceder…
Agonizas y te mueres porque formas parte de la mayor plaga que asola a este planeta desde que comenzó a orbitar en torno a esa pequeña estrella que llamas sol. ¡Y mira que ha tenido plagas este planeta! ¿La última? ¡La de aquellos jodidos dinosaurios! ¡Si no llega a ser por la ayuda exterior quién sabe lo que habría pasado!
Pero en lo que se refiere a ustedes, no conozco un solo caso igual de autodestrucción en toda la Vía Lactea, que es donde me he criado, porque del resto de constelaciones no puedo hablar, pues no he tenido aún tiempo suficiente de recorrerlas.
Todos los planetas tienen problemas… Y mira que hay planetas ahí fuera… Miles de millones… Pero lo de ustedes no tiene comparación… ¡Cargarse el planeta que les da de comer de esta manera! ¡Están locos!...
La verdad es que este planeta ha tenido mala suerte. Cumple todos los requisitos para ser un lugar ideal en el que desarrollar vida inteligente, pero ha fracasado una vez más…
Por uno u otro motivo, las especies dominantes eligen caminos equivocados que les llevan a extinguirse…
Pero lo de ustedes es de morirse… Nunca mejor dicho…
Tienen todos los elementos naturales a su favor y han sabido crear la tecnología necesaria para aprovechar racionalmente los recursos, pero no tienen la suficiente inteligencia para entender que todo es limitado, en el tiempo y en el espacio; y se dejan guiar por la avaricia y la codicia para depredar todo lo que encuentran a su paso.
Se lo tienen merecido… Te lo tienes merecido…
No me mires con esa cara de ¡yo no he sido!... Has sido tú y los otros siete mil millones que viven contigo ahora, más todos los que han vivido antes. Todos sois iguales, cada uno se cree mejor que el resto, pero sois iguales, como clones de la misma Eva.
Todavía no entiendo cómo se extinguieron los otros simios que parecían más listos, esos que han sido etiquetados por ustedes como neandertales… Eran mejores y más capaces que ustedes, pero seguramente supieron engañarles para que se extinguieran.
Lo peor es que van a dejar el planeta en una situación irrecuperable… Y ya no le queda tanto tiempo. El sol se va haciendo mayor y hay factores que no duran para siempre…
¡Cuánto tiempo y esfuerzo desperdiciados!
No creo que puedas hacer ya nada al respecto, pero yo he cumplido mi misión y te lo he contado… No mates ahora al mensajero… Jajajajajajajajajajajajajajaja…
¡Luego no digas que no te lo advertí!... ¡Lo estás viendo en directo retransmitido por televisión!... ¡Y por internet!... ¡Hasta que se apague la señal, claro!...
Pronto empezarán las dudas y los remordimientos… Comenzarás a recordar todas y cada una de las nefastas decisiones que tomaste, porque no habías contemplado nunca esta perspectiva. Veras pasar delante de tus ojos todos los pollos, todas las terneras, todos los cochinos, todos los conejos, todos los pescados, todos los huevos que tuvieron que sacrificar para alimentarte... Todas las plantas que arrancaron del suelo para darte de comer… Todo lo que dejaste sobre el plato porque no te gustaba…
Y te darás cuenta que estás bebiendo y comiendo lo que están meando, cagando, vomitando o desechando más de siete mil millones de humanos. Y que respiras el vapor generado por esos excrementos y otros de tipo industrial aún peores.
¡Y todo eso lo estas viviendo tú!... ¡En vivo y en directo! ¡No va a ser la siguiente generación, o la otra!… Es la tuya y tú mismo quienes están activando paso a paso su propia autodestrucción.
¿Puedes ver ahora tu propia realidad en perspectiva?
No. Todavía no puedes. No importa. Todo llegará… Aunque, como siempre, será demasiado tarde…
Una cosa si te adelanto… ¡Tu final va a ser de libro!
Autor: anónimo
Voz: José Francisco Díaz-Salado Suárez
Voz: José Francisco Díaz-Salado Suárez
Amigo anónimo, al leer y escuchar el texto he sentido que mi interior de remueve. ¿Porqué?
ResponderEliminarMagnífica interpretación Jose Francisco de este maravilloso texto.
FranCo
Apocalíptico relato, que sobrecoge.
ResponderEliminarY esa voz...
¿Quién eres, Anónimo?
Yo apostaría por un nombre, pero no me voy a arriesgar. Si el autor (o autora) no quiere desvelarse lo dejaremos. El texto es duro y brillante como el acero. Me he quedado casi sin aire, y el tono profético no nos puede alejar de la gran verdad que está mostrando. Apocalíptico y real, muy real.
ResponderEliminarMagnífica narración de José Francisco Díaz-Salgado. Confiere al relato un dramatismo con su voz grave que enriquece el propio texto. Creo que el hecho de ser un documento anónimo y sin título permite a cada lector incorporar sin condicionantes sus experiencias personales e imaginación y eso lo hace más atractivo. Yo no lo veo apocalíptico, sino hiperrealista. Al fin y al cabo, los físicos dicen que no somos más que nubes de electrones y que hay vacío incluso en la materia más compacta.
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