Lo conocí en la iglesia, estaba sentado dos filas por delante. Llamó mi atención porque era el único que tenía el pelo color rojo, una rareza en mi pueblo. Esperé al termino de la misa para verle la cara. ¡Qué mirada! Se cruzó con la mía y me dejó sin aliento. Así comenzó nuestro amor, domingo tras domingo. Unos me sentaba en primera fila para que con su aliento acariciara mi nuca cuando se arrodillaba, otros nos sentábamos en el mismo banco y rozaba mi mano cuando volvía de comulgar. Un baile de roces, suspiros, miradas. Por fin se decidió y se acercó a saludar a mis padres, acompañado por el cura, el mejor aval de aquellos años. Y empezaron los paseos por el parque, en la compañía de mi hermano mayor; las visitas a tomar café y jugar a las cartas y las despedidas interminables ! a través de la ventanita enrejada que tenía el portón. Así pasaron ocho años hasta que, una vez acabada la milicia, pudimos casarnos. Le quería tanto. Le quiero tanto. Un pelirrojo apasionado con el que he tenido cuatro hijos. Sesenta años de matrimonio, y no ha habido día que no espere a que vuelvas del campo, sentada al fresco del zaguán y con el portón abierto de par en par.
Buen relato, mucho ritmo narrativo, palabras claras y sin adornos. LLeno de gran sensibilidad...¡Vaya con el pelirrojo ligando en la iglesia!
ResponderEliminarBesicos Ana.
Buen txo
ResponderEliminarfelicidades
Me gusta la sencillez con la que nos transportas a esa iglesia y nos muestras el amor que les acompaña desde la primera mirada.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Felicidades, Ana, por traernos la intensidad de la ternura cotidiana en este texto. Quizá eso sea el amor verdadero, aunque hoy parezca poco creíble. El texto, además, se desliza como sobre seda, igual que la vida de los protagonistas.
ResponderEliminarAna, ha sido un placer volver a leer este relato y verte publicada aquí. Bessets y a continuar escribiendo.
ResponderEliminarQue texto más tierno, te envuelve, es muy bonito.
ResponderEliminarUn texto tierno y sencillo como la vida de muchos que tan bien has sabido reflejar
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios. Y a La Esfera, gracias por publicarlo. Ha sido toda una sorpresa, no me acordaba de que os lo había mandado.
ResponderEliminarUn beso
Un texto que da para una historia más larga. ¿Acaso lo es?
ResponderEliminarUn abrazo
Bien, el resumen de un gran amor. Los que somos de pueblo lo vemos bastante claro el cortejo. Revisa, creo, ese "vuelvas", a mi por lo menos me choca. Una escritura clara y concisa sin adivinanzas. Me gusta.
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