15 enero, 2012

Perdón, mamá.

- No tienes perdón de Dios. Estoy harta.
- Estamos hartos. Tu madre no puede ser tu esclava.
- Conseguirás que me metan en la cárcel. Me haces contravenir las leyes. No tienes perdón de Dios.
- Hemos tomado una decisión.
Me pusieron mi abrigo. Yo no articulaba palabra. Mi mente era lo más parecido a una montaña rusa de pensamientos. Un ciclón de preguntas sin terminar y sin respuestas que expresar.
Me colocaron un puñado de higos en un bolsillo y un trozo de pan en el otro.
Me abrocharon el abrigo.
Las preguntas seguían atascadas. Un nudo atenazaba mi garganta.
¿Dónde iría? ¿Debajo de un puente? Eso era lo más que podía alcanzar a imaginar. Mi familia, por supuesto, estaría de acuerdo con ellos, con mis padres.
Mis hermanas en un rincón de la casa, miraban con ojos sin expresión. Ni lloraban, ni hablaban. Creía que no les importaba lo que me sucediera.
Me acompañaron hasta el portal de la casa, dos pisos que me parecieron veinte.
Mi madre me aseguró los botones del abrigo desde mi espalda, para no mirarme a los ojos.
Mi padre no dijo nada. Ni me tocó.
Las lágrimas empañaban mis ojos y sentí compasión por mi madre sobre todo.
La había puesto en un apuro.
Si la policía local venía…
Una hora duró aquel martirio. Mi cabeza martilleaba mil cosas que hacer pero mis pies me mantenían clavado en el portal de entrada a mi casa.
Yo solo tenía 6 añitos.
Mi gran crimen era hacerme pipí en la cama.
No lo olvidaré jamás.
Nunca.

15 comentarios:

  1. Vaya crueldad, ya podían haber escogido otro método...

    Nada hace sospechar un final como este un buen micro, casi un guión de vida cotidiana.
    Me ha gustado un montón
    Besicos

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  2. UUUUFFFFFFFFF!!!!yo tube una madre a la cual nunca quise solo le agradeci haberme traído al mundo,amaba a mi papá y lo perdí a los 10 años,imaginate.
    abrazo

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  3. Al cuello le ataba yo a ella otra cosa ggrrrrr

    magnífico micro

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  4. uyshhh se me quedó el abrazo en el aire

    ... abrazo :)

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  5. Me ha dado una tristeza enorme.
    Pobre niño, un castigo tan terrible por algo tan común.
    Un abrazo

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  6. Muy bueno, mantiene la tensión hasta el final.

    Un saludo,

    Anabel

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  7. Que crueles ¡por dios! desde luego lo entiendo muy bien, yo me hice pipí hasta los doce años y por más palizas que mi madre me daba, hasta mi desrroyo fuí incapaz de controlarlo... siempre tendré presente la última páliza que me dió con la zapatilla en todo el cuerpo... fue un domingo y recuerdo que a mis gritos la vecina del cuarto bajó asustada pensando que sucedía algo...supongo que avergonzada dejó de pegarme por hacerme pis en la cama... un saludo.

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  8. Terrible, sobre todo, por la carga de realidad que hay detrás de esa historia.
    Cuánto sufrimiento inútil, cuánta crueldad!
    Enhorabuena por el texto.

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  9. Dios mío, que metodología más perversa para un niño. Bonito microrrelato, desenlace inesperado. Un abrazo.

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  10. Un relato muy bueno, con un final inesperado. Todo se hace imensamente mas grave desde la mirada de un niño y su desamparo.Los descendientes de esa generación del catigo, hemos ido al otro lado, al exceso de tolerancia, la permisividad.Quizas las próximas estén mas cercanas al equilibrio.

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  11. Relato duro donde los haya. Uno se imagina a una persona que podría ser, según se inicia, algún adolescente o joven, pero a medida que los renglones se dirigen al final, el lector comprende que la edad de la protagonista desciende, como los pisos que llevan a la calle y empieza a devanarse los sesos para saber qué 'crimen' habrá cometido y...
    Relato muy bueno en que dan ganas de mandar a los adultos a vivir no debajo de un puente, sino debajo del mar.
    Un abrazo.

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  12. Estimado amigo, espero que no te prodigues mucho en este tipo de literatura. Haces sufrir al personal y a los que peinamos canas nos traes aquella época de castigos ejemplares. La vida ha cambiado mucho.
    Felicidades.

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  13. Prometo no hacerlo más. No escribiré más relatos de este tipo. Pero los llevo muy dentro. Perdón, papá. Un abrazo. Os quiero a todos. Me alegro de haber despertado algo dentro vuestro.

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  14. catherine17/1/12, 0:20

    Que lo lleves muy dentro lo entendemos. Es un texto muy duro, al empezar su lectura no adivinamos ni la edad del criminal ni su crimén.
    Cuando la Voz se pone a escribir, aun sin leer su texto la oíemos.

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  15. Hacerse pipí...genocidio incomparable.
    Saludos.

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