Cuando llegué al paraíso, me pregunté qué Dios me trajo hasta aquí si sólo tengo fe en mí; sólo en mi profundo convencimiento de volar hasta lo más alto posible a costa de los demás, a los que vi caer al abismo implorándome ayuda, mientras yo los observaba indiferente, convencido de que para existir vencedores tienen que haber muchos más perdedores, y, sobre sus cadáveres fundé mi imperio. Y ahora estoy aquí, lejos de todo, en esta paz inmensa, en medio de la calidez que me soporta, rodeado de un azul celestial, en el Edén del que tanto oí hablar y que me aseguraban que era el destino del honrado y del trabajador, y no para granujas como yo. ¡Qué equivocados estaban! ¡Qué lejos de la verdad se hallan los ignorantes cuando no quieren ver! Como si yo no me mereciera más estos placeres que otros, incapaces de creer en sí mismos; que aquellos débiles cuyos rezos no le sirvieron de nada, ni su vida ejemplar y sacrificada de verdaderos imbéciles. No, sólo los hombres como yo se han ganado este premio, los guerreros más fuertes, los más astutos, sólo los más ambiciosos y sin falsos escrúpulos supimos sobrevivir entre tanta sangre para llegar hasta aquí.
Firmado: Anónimo, Islas Caimán, verano de 2011.
Texto: Marcos Alonso
Narración: La Voz Silenciosa
Firmado: Anónimo, Islas Caimán, verano de 2011.
Texto: Marcos Alonso
Narración: La Voz Silenciosa
Amigo Marcos, este texto tiene gran fuerza. Su trasfondo y su rabia sobresalen de su puesta en escena. Un primer párrafo tan largo y de construcción tan compleja me desconcierta. Creo, y posiblemente estaré equivocado que, una lija y una pequeña depuración le vendría bien.
ResponderEliminarMe gusta el texto, si no tuviese tantas astillas que se me clavan en la lectura. Igual pueden ser mis gafas, no me tengas en cuenta. Hablaré con mi amiga la óptica de siempre.
Un abrazo.
FranCo
No, FranCo, no son tus gafas, son las mías. Ya le he dado algún retoque a ver si así pasa el ITV. Abrazos.
ResponderEliminarA mí no me molestó y pensé en las Bahamas con este hombre sin vergüenza antes de llegar al final.
ResponderEliminarMarcos, sigues con tu ironía que me encanta.
Hola a todos, yo seguía leyendo sin comentar desde un buen rato.
Fantástico, Marcos, seguro que los puntos de vista de FranCo habrán hecho su trabajo; en todo caso, me ha encantado como siempre tu mirada entre divertida e irónica de un sinvergüenza de tomo y lomo.
ResponderEliminarBesos sinceros
Gracias, Catherine.A veces hasta los malos tienen su encanto, hay que reconocerlo. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, Isolda, estos sinvergüenzas que tanto están de moda hoy en día parecen aflorar en medio de una crisis brutal, como si fueran cucarachas en un incendio que siempre saben escapar y sobrevivir.
ResponderEliminarEres un artista Marcos, reflejar la ideología del que aplasta convencido que es lo mejor para el mundo. Vencedor de vencidos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Marcos: el Rey de la Ironía. Mereces que toda esa panda de astutos vencedores te inviten a pasar unos días allí con ellos, en las Caimán, y que te hagan una fiesta. Creo que nadie en el mundo les ha escrito así de bien sobre ellos. Igual hasta no saben ver que detrás de lo que dices derrochas ironía o igual sí que lo saben y por eso el texto incluso les gusta más. Enhorabuena.
ResponderEliminarComo siempre, certero y agudo, Marcos.
ResponderEliminarUn gran placer leerte de nuevo.