10 mayo, 2012

El soñador de ciudades


Se entrenó durante muchos años física y emocionalmente para la gran aventura; se dijo a sí mismo que ya había adquirido la fortaleza y el valor necesario para viajar con el único equipaje de un sueño acunado desde la infancia. 
Por eso no quiso mirar atrás cuando se despidió de sus padres e ignoró el sabor salado de las lágrimas con las que sellaron aquel nocivo acuerdo: “Todo lo que poseemos a cambio de un pasaje para el sueño de nuestro hijo”.Pero nadie se prepara lo suficiente para vivir una experiencia tan dramática como la vivida en aquella dantesca travesía de la muerte; el mar se le antojó entonces un inmenso ataúd azul cargado de cadáveres. Hoy, junto al mar, su imagen se perpetúa en el tiempo como una esfinge tallada de ébano; resiste el día a día de la indiferencia siempre al margen de la ciudad. Los turistas se hacen fotos junto a él, como reliquia viviente de un pasado reciente. Hay días que permanece con los ojos cerrados durante horas; la realidad le sobrecoge; aún no ha conseguido dejar de sufrir de soledad y aislamiento. Aunque vive en la derrota, no se siente derrotado, pues “el soñador de ciudades” se niega a abdicar de su sueño.
Texto: María Isabel Machín García

15 comentarios:

  1. Estimados amigos: Mucho me temo (por la ausencia de comentarios) que no es el momento, ni el lugar para este tipo de relato. Supongo que cualquier comentario sobre el tema del mismo, (como se hacen normalmente), puede ser mal interpretado, crear conflicto o herir sensibilidades, tal como está la sociedad en estos momentos; la verdad es que no había reparado en ello. Los que escribimos hemos de tener en cuenta para quien lo hacemos, quien está al otro lado.
    A veces escribimos inspirados por la visión de algo, o alguien, que nos conmueve y no siempre sintonizamos con las emociones ajenas.(Como en mi relato "Una tarde gris" donde cada amiga veía algo diferente en la misma imagen).
    Agradezco a la Esfera el interés que han puesto en la publicación.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Isabel no seas tan dura contigo, el texto es muy bueno y deja constancia de un problema social muy duro, de los inmigrantes buscadores de sueños.
    Dale tiempo a los lectores a que lo lean y te comenten, sólo lleva unas horas publicado.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Inma,además de lo positivo de tus opiniones, está generosidad que te caracteriza. Quizás tengas razón.Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Querida Isabel, creo que un buen buen lector tiene que estar preparado para asimilar cualquier tipo de lectura.
    Dices que en ocasiones escribes inspirada por la visión de algo. Pienso que casi siempre es así, sino por la visión, si por un sentimiento o una creencia.

    Mi sugerencia (no consejo) es que escribas, siempre por encima de lo que piensen los lectores. Otra cosa es que lo hagas para vender y solo con ese fin, Entonces estaríamos hablando de otra cosa.

    ResponderEliminar
  5. catherine11/5/12, 0:15

    Hay tantas cosas en tu texto, Isabel: el sueño del hijo que es el asunto de su familia entera, el mar-ataud, la soledad al llegar, la curiosidad de los turistas y el aislamiento... y que "el soñador de ciudades se niegue a abdicar de su sueño" es a la vez muy bello y de mal agüero para tantos subsaharianos.
    Es un texto muy fuerte sobre una cuestión difícil de solucionar. Esta esfinge de ébano nos recuerda el problema que no queremos ver.
    Gracias y enhorabuena, Isabel.

    ResponderEliminar
  6. Querido FranCo, gracias por tu opinión con la que estoy totalmente de acuerdo, y en especial por tu consejo que valoro mucho.Gracias.

    ResponderEliminar
  7. La tragedia de los que se atreven a desafiar el mar y el desarraigo por perseguir su sueño.
    Un texto duro en el que lo que me ha resultado más trágico ha sido esa imagen de los turistas fotografiándose junto a él porque, en el fondo, apenas son algo más que una parte del mobiliario de la ciudad.

    ResponderEliminar
  8. Catherine: No puedo mas que agradecerte tu análisis y tus felicitaciones que, que aunque inmerecidas, siempre son estimulantes.
    Dos figuras diferentes de "soñadores de ciudades", el turista y el vagabundo (sin papeles) A los primeros hemos de abrirles las puertas y proporcionarles placer, a los segundos, levantarles la muralla cada vez más alta.
    Antes creía que una sociedad más justa era posible, pero he perdido optimismo en el camino.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Gracias Ana por tu comentario, ya sé que el tema es duro, pero debe ser duro también la desprotección lejos de los tuyos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Querida Isabel,
    ¿Ahora entiendes lo que significa agitar a los lectores?
    En ocasiones tienes que zarandearlos.

    P.D.:
    Lo siento.. Este comentario está fuera de contexto, sólo lo entenderá Isabel.

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  12. Mi agradecimiento a Susana Santamarina que con su extraordinaria VOZ, ha acariciado el relato de "El soñador de ciudades"
    Gracias Susana y felicitaciones por tu buen hacer.

    ResponderEliminar
  13. No sé que haces con los textos Susana pero los transformas en melodía.
    Enhorabuena a las dos.

    ResponderEliminar
  14. Isabel dijo...
    Desde luego que si 7 Plumas.
    Cuando nuestros textos quedan huerfanos de comentarios, lo único que podemos interpretar es que hemos lanzado algo que no interesa en absoluto en estas páginas, o que el tema es tan espinoso que preferimos ignorarlo.
    Los comentarios enriquecen y dan vida a estas paginas,(a veces me descubren sorpresas en los textos en las que no había reparado) son también la constatación de que hay alguien al otro lado.
    Muchos seguiremos escribiendo como hemos hecho siempre, aunque no obtengamos respuestas, pues escribir es mas que nada una necesidad vital.
    Querido amigo 7 plumas, gracias por haber estado ahí.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Isabel, tu relato está lleno de imágenes claras y potentes sobre una realidad con la que nos topamos muy de cerca los que vivimos en las Islas Canarias.
    La melodía estaba ahí Inma (sin quitarle méritos a ese hermoso réquiem de Mozart)yo sólo he conseguido escucharla y darle volumen.
    Gracias por las felicitaciones Isabel.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Gracias por contribuir con tus comentarios y tu punto de vista.

Los componentes de La Esfera te saludan y esperan verte a menudo por aquí.

Ésta es tu casa.